La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado este martes a 15 años de cárcel a una niñera acusada de intentar matar a golpes en 2018 a una niña de casi dos años a la que cuidaba en un domicilio madrileño ubicado en Pinar de Chamartín.

La sentencia considera a la acusada autora de un delito de asesinato en grado de tentativa por el que le impone dicha pena, y al que se suman seis años de libertad vigilada, una orden de alejamiento de 500 metros de la menor durante 20 años y el pago de una indemnización de 18.000 euros a la familia de la víctima. La condenada se encontraba ya en prisión provisional desde el 29 de noviembre pasado, después de que la fiscal alegra que existía riesgo de fuga.

El tribunal también ha aplicado las circunstancias atenuantes de la pena por dilaciones indebidas, debido al retraso del procedimiento de tres años desde que tuvieron lugar los hechos y por reparación del daño ya que la procesada, que se ha declarado insolvente, pagó 3.000 euros en concepto de indemnización.

El juicio, que quedó visto para sentencia, tuvo lugar el mes pasado y fue iniciado por una denuncia interpuesta por los padres de la menor en el momento de los hechos. En él, la Fiscalía de Madrid solicitaba 25 años de cárcel para la condenada por un delito de intento de asesinato, ya que el tribunal consideraba que las lesiones de gravedad que presentaba la pequeña eran de riesgo vital y no eran compatibles con las explicaciones dadas por la acusada. La misma pena pedía también la acusación particular, que representaba a los padres de la víctima. 

La acusada manifestó en el juicio que no era una maltratadora y menos una "asesina" de niños. En su declaración culpó a los hermanos de la menor de haberle provocado a la pequeña el traumatismo craneoencefálico que presentaba, entre otras lesiones. Sin embargo, esta mañana ha quedado probada la versión de la acusación. 

Los hechos

La mujer era cuidadora de la niña y sus dos hermanos desde 2016 en el domicilio familiar, y le provocó a la menor lesiones muy graves asestándole un golpe en la cabeza hasta en dos ocasiones distintas.

La primera de ellas, el 28 de febrero de 2018, cuando la condenada estando a solas con la niña, usó un objeto contundente sin identificar para golpearle el cráneo. El 13 de marzo de ese mismo año, aprovechando otra vez que nadie más se encontraba en el domicilio familiar, volvió a golpear la cabeza de la menor. En este caso aún no se ha podido identificar si fue golpeándola con un objeto o empujándola contra una superficie.

Según han demostrado los informes forenses, las lesiones podrían haberle causado la muerte a la pequeña de no haber actuado antes de las 72 horas.

Las lesiones que presentaba la menor

La menor fue trasladada a urgencias después de este segundo intento de asesinato, y allí se realizaron pruebas para comprobar la gravedad de las lesiones causadas. Tras los exámenes se descubrieron una fractura en la parte izquierda del cráneo, hematomas en la cabeza y en la mejilla derecha, un edema y la vértebra cervical C2 rota.

La sentencia explica que estas lesiones las provocó la acusada el 13 de marzo por uno o varios golpes, según se desprende de los informes de los forenses.

En consecuencia, la pequeña tuvo que quedar ingresada de forma inmediata en una unidad de reanimación del servicio de neurocirugía para poder controlar la evolución de sus lesiones ante su riesgo vital. La menor estuvo dos días hospitalizada, tardando más de dos meses en recuperarse del todo.

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