Seguramente, uno de los artículos más sonados de la Constitución española sea el artículo 155, el cual ha dado bastante dolor de cabeza al Gobierno de España y a Cataluña durante estos años atrás. Aunque no ha sido en el único lugar, también en la asociación Adicae – Asociación para la defensa de los usuarios de bancos, cajas y seguros –, concretamente en la sede de Extremadura, cuando el pasado 28 de noviembre de 2019, el vicesecretario general de la asociación de consumidores Adicae, Antonio Pulido, interrumpió de forma “inapropiada y abrupta” en la oficina de la delegación de Cáceres donde desempeñaba su puesto de trabajo una empleada de Adicae Extremadura. Allí, junto a cuatro trabajadores más de ADICAE que le acompañaban, Pulido quiso entregar una carta de despido a dicha empleada al grito: “¡Voy a aplicar el 155!". Una situación que le costó una condena por coacciones.

Pulido apeló contra la sentencia nº 125/2019 dictada el pasado 29 de noviembre de 2019 por el Juzgado número 3 de Cáceres, una propuesta, que según se ha visto reflejada en la sentencia a día de 17 de septiembre de 2020 por la Audiencia Provincial sección número 2 de Cáceres, ha sido desestimada y confirmada en toda su integridad, así como la imposición de las costas procesales de todo el juicio, sin lugar a otra apelación.

En la sentencia, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Cáceres impuso a Pullido una multa de 600 euros, intercambiable por un mes de cárcel o de localización permanente en caso de no pagar, como autor de un delito leve de coacciones por el que se descarta que deba pagarle algún tipo de remuneración por daños morales a la víctima.

La resolución, recurrible ante la Audiencia de esa provincia, absolvió al resto de los denunciados por la víctima, dos de los cuales pidieron – y obtuvieron – su perdón tras reconocer la participación en los hechos por lo que tuvieron que presentarse en los tribunales, mientras que los otros dos no participaron en esta polémica.

 “Interrumpió de forma inapropiada y abrupta”

Los hechos se produjeron a finales de noviembre, en plena tensión por el proceso soberanista catalán, y con la asociación de consumidores agitada por los conflictos laborales y por el proceso de desunión de sus socios extremeños. Pulido “interrumpió de forma inapropiada y abrupta” en la delegación de Adicae en Cáceres, junto a otros cuatro trabajadores, dice la sentencia. En ese momento, Pulido hizo que uno de sus acompañantes llamara a la puerta – puesto que Adicae está especializada en fraudes bancarios – y se hiciera pasar por un cliente que tenía un problema con una cláusula suelo, por lo que consiguió que la empleada de Cáceres abriera.

En ese instante, Pulido “se introdujo de forma sorpresiva y violenta en la oficina”, tanto, que la empleada se tuvo que apartar para no golpearse, "todo ello con intención de conminarla para que abandonase las instalaciones y notificarle la decisión de despido", dice la resolución.

Pulido creó “un clima de tensión y hostilidad” mientras gritaba “que había decidido aplicar el 155”, apunta la sentencia, que señala que este estaba "en estado de alteración y gran agitación, lo que provocó que se sintiera intimidada" la víctima.

Dos testimonios que corroboran los hechos

La sentencia añade que la versión de la denunciante se corrobora por los testimonios de otros dos trabajadores, además de por los dos denunciados que acabaron pidiendo perdón.

Una limpiadora pudo asegurar que también sintió intimidad al ver cómo Pulido "enseñaba unos papeles a la denunciada y le decía, en un tono elevado y en un estado de nerviosismo, que no tenía que estar allí, presionándola para que se marchara".

Otro, que "comenzó a escuchar golpes y gritos, cortándose la comunicación", quiso acercarse porque temió que se produjese un incidente violento como ya ocurrió en Badajoz. Al entrar, se encontró a la víctima “llorando y nerviosa” y al vicesecretario general "gritando, sosteniendo un papel y diciendo que 'iba a aplicar el 155', en un tono elevado".

“Agáchate nena y chupa”

La jueza señala que por aquella época, Adicae Extremadura y Adicae estatal estaban enfrentadas, un hecho que se agravó cuando, tres semanas antes, la asamblea decidió romper su relación. Por ello, aparentemente podría ser el origen de la similitud entre la aplicación del 155 y un conflicto entre empresas privadas, que llevó a la central a ordenar el despido de quienes habían sido sus trabajadores. En la misma línea, un altercado similar tuvo lugar en la sede de Badajoz.

La jueza señala que Pulido fue a informar del despido "sin hallarse legítimamente autorizado para realizar dichas actuaciones" y "coartando su libertad – a la empleada – mediante el empleo de vías intimidatorias” y "utilizando la compulsión para obligar" a abandonar el establecimiento.

Aunque este no es el primer conflicto en el que se ve envuelto el vicesecretario general. Aproximadamente, en 2018 respondió “agáchate nena y chupa” a una tuitera que había compartido una información de Público sobre las 20 condenas que reunía Adicae por disputas con sus trabajadores.

Unas palabras que causaron una lluvia de críticas en Twitter, que le calificaron de "machista".

Ante el comentario tan machista como grosero, Pulido decidió borrarlo, aunque él mismo se había contestado defendiendo que “es mariconismo. nena”.

Asimismo, quiso zanjar el asunto con el siguiente comentario: “Pido disculpas oficiales por lo desacertado de mi comentario, ahora si me disculpáis me voy a ver la temporada 10 de Rupaul Drag Race”.