Se llama Julia Faustyna y afirma ser Madeleine McCann, la niña británica de tres años que desapareció en la ciudad portuguesa del Algarve hace casi dos décadas. La joven polaca de 21 años ha disparado todas las alarmas de las autoridades ante su hipótesis, pero el caso de la menor que conmocionó a todo el globo terráqueo por su repercusión mediática continúa con más preguntas que respuestas, aunque esta podría ser una.

Al cajón de los archivos del caso McCann se añade una nueva premisa. La semana pasada la joven polaca aseguró ser la niña desaparecida de la noche de aquel jueves 3 de mayo del año 2007 en Praia da Luz.

Lo hizo al señalar que tanto los agentes polacos como los británicos ignoraron su petición de realizar una prueba de ADN con sus supuestos progenitores Gerry y Kate McCann para comprobar si ambos patrones genéticos coinciden con la menor desaparecida.

Para ello, Wendell decidió anunciar a través de las redes sociales su sospecha a través de su cuenta en Instagram y Tik Tok (@iammadeleinemcan) con la publicación de varias fotografías en la que la joven compara su aspecto físico al de la niña desaparecida.

Sin certificado de nacimiento

Para la opinión pública, este nuevo capítulo en el caso McCann puede ser la clave para resolver que le ocurrió a Madeleine aquella noche debido a su alto parecido, pero los cuerpos británico-polaco siguen sin darle credibilidad. Un aspecto que ha suscitado las dudas de la mayoría de los ciudadanos en las redes sociales que han seguido este caso.

En su relato, Faustyna cuenta que es adoptada y que vive en Alemania con su familia, de la que no ha querido dar más detalles. La joven ha contado a través de las redes sociales que no tiene ningún recuerdo sobre su infancia y que tampoco ha conseguido el certificado de nacimiento que probarían sus sospechas.

Julia tiene 21 años, pero considera que su edad podría no ser la correcta ante la falta de información. Un elemento clave en la investigación de Madeleine, ya que en la actualidad la menor tendría 19 años en lugar de los 21 que afirma Faustyna.

Recuerdos en la playa

Las dudas de Julia surgieron a raíz de una conversación con su abuela al apuntar esta que ambas menores se parecían físicamente. “Nunca había oído hablar de este caso hasta que comencé a hacerles preguntas a mis padres sobre mi infancia porque tengo pocos o ningún recuerdo sobre eso, los que tengo son muy borrosos”, explica en su cuenta de Tik Tok.

La joven en su cuenta describe uno de ellos. En concreto, sobre unas vacaciones en las que observó tortugas recién nacidas en la orilla y unos bloques de apartamentos blancos, así como un bar donde realizaban varios espectáculos de disfraces. Este relato podría coincidir con el de la menor desaparecida en el apartamento 5A del complejo turístico Ocean Club de Praia da Luz.

A unos 50 metros se ubicaba un bar en donde Kate y Gerry McCann mientras cenaban con sus amigos hasta que a las 22.00 horas, la madre denunció la desaparición de su hija Maddie. Tras varias pesquisas policiales, el caso vuelve a añadir un nuevo episodio que sigue sin ofrecer pistas claras de lo que le ocurrió a la pequeña.

Una prueba de ADN

La joven afirma que tuvo una infancia complicada. Faustyna ha sido diagnosticada de depresión y estrés postraumático, y sus profesores durante su educación infantil avalan que la joven cuando era menor tenía ataques de histeria y llantos muy críticos. Algunos aseguran que también tenía tics nerviosos y parecía estar intoxicada.

La prueba en la que se basa Faustyna es en un colobama, una afección que afecta de manera hereditaria a una parte del tejido del ojo. También se basa en el aspecto físico como en su dentadura o la forma de los labios similares a los McCann.

La familia "no se quiere arriesgar"

La única petición de Julia es una prueba de ADN que pueda demostrar si existe una coincidencia genética entre ambos patrones. “Creo que puedo ser Madeleine. Necesito una prueba de ADN; necesito hablar con Kate y Gerry McCann”, insiste en su vídeo.

Desde el terreno británico, el diario Daily Star asegura que la familia “no se quiere arriesgar” y prefiere guardar el silencio ante los últimos hechos ocurridos”. Si bien, la familia parece estar dispuesta a ceder ante las peticiones de la joven.

Para la policía el relato de Julia no es nuevo y prefieren optar por la versión de la policía alemana que considera que Madeleine fue secuestrada y asesinada por el pedófilo Christian Brueckner, aunque su cuerpo nunca ha sido encontrado.

Las reticencias de los agentes se basan en otras jóvenes que afirmaron antes de Julia ser la menor desaparecida. Entre ellas, destacan la influencer Maddie el año pasado, la joven Harriet Brookes con la misma mancha en el ojo, casos en los que se demostró que su relato era falso.