China ha vuelto a tomar duras medidas para controlar la transmisión del virus. Las autoridades han decretado el confinamiento de 10.000 estudiantes de Dalian, una ciudad al noroeste del país, por un brote de Covid-19, vinculado además a la industria alimentaria, según apuntan los expertos. 

El primer caso de este brote se detectó con la importación de comida, mientras que los casos siguientes se vincularon a los alimentos congelados, convirtiéndose así en el tercer brote vinculado a este sector en el país. Los productos marinos congelados suponen el 70% de la gestión de este sector en la ciudad china, por lo que las autoridades han llamado al cuidado y a la intensificación de los controles y análisis en dicha industria para detectar la presencia del virus.

Aproximadamente, hay 200 contagios confirmados, de los que 60 son estudiantes, por lo que se ha ordenado el confinamiento de 10.000 jóvenes alumnos en sus respectivas habitaciones a la espera de conocer más detalles, según informaba la agencia de noticias DPA.

En el punto actual en el que se encuentra la pandemia, con el foco de la sexta ola amenazante en Europa y con medidas tajantes para los no vacunados, China sigue aplicando sus duras restricciones para minimizar los daños en su población. El pasado 26 de octubre, el Gobierno chino ordenó el confinamiento de una ciudad de cuatro millones de habitantesLanzhou, al detectar 29 positivos. 

A pesar de que su objetivo es llegar al umbral mínimo, es decir, cero contagios, China está notificando cifras muy altas, comparables a los peores momentos de la pandemia. Según, la Comisión Nacional de Sanidad del país, el domingo sumaron 52 nuevos positivos, 32 producidos por contagio local. 

La cifra de casos activos a día de hoy se sitúa en 1.347. Desde el inicio de la pandemia, 98.315 personas se han infectado, 4.636 de ellas fallecieron con diagnóstico positivo, según los datos de la institución.