El concurso Árbol Europeo del Año es un certamen que cada año toma más fuerza y más relevancia. Este certamen nació en 2011 inspirado en el popular concurso Árbol del Año, organizado en la República Checa por la Fundación Checa para la Asociación Medioambiental desde hace muchos años. Desde entonces, el número de países que participan en el concurso ha aumentado de 5 a 16. La fase europea es una final a la que se llega tras elegirse los ganadores de las rondas nacionales. La votación en línea para el Árbol Europeo del Año es organizada por la Asociación de Asociaciones Ambientales (EPA).

Hasta aquí, hasta esta fase final, ha llegado el árbol representante en esta edición de la rica flora española. Se trata del denominado “Chaparro de la Vega” con alrededor de 400 años de antigüedad. Ubicado en la población sevillana de Coripe, en plena Sierra de Algodonales y en el límite de las provincias de Sevilla y Cádiz, a 77 kilómetros de la capital hispalense.

El vetusto chaparro tiene un tamaño extraordinario: con más de 12 metros de altura. Su tronco tiene una circunferencia de más de 4 metros, la copa tiene un diámetro de más de 28 metros y la proyección de su sombra es de alrededor de 580 metros cuadrados, ostentando el récord de mayor número de personas bajo su dosel, un total de 2000 personas.

Muy cuidado por los habitantes de Coripe

Se encuentra en un estado de conservación excepcional, lo que se debe en gran parte a los habitantes de Coripe, que lo han cuidado durante generaciones. Cada mes de mayo se celebra "la Romería" en honor a "la Virgen de Fátima" cerca del árbol. Los vecinos se muestran orgullosos de su chaparro y lo consideran un símbolo de su pueblo. Además de ello se ha convertido en todo un importante recurso turístico que atrae a numerosos visitantes.

Hasta esta fase final han llegado los siguientes árboles europeos:

Roble que recuerda a la familia Pálffy de Eslovaquia. El roble Pálffy es uno de los últimos árboles que comenzó a escribir su historia antes de la llegada de la familia Pálffy a Malacky. El viejo árbol te contará historias sobre familias nobles, guerras, viejos amores, epidemias, incendios y mercados.

-Camelia en Guimarães (Portugal) dentro de los jardines centenarios de la antigua Villa Margaridi (siglo X), integrada en un Jardín Histórico, ejemplificando el arte de la Topiaria.

-Roble Kaņepju, segundo roble más grande de Letonia y los países bálticos. Es el orgullo y el símbolo de la comunidad local, y la gente elige celebrar momentos especiales bajo la corona del roble. El tronco del roble fue partido por la mitad por un rayo, dejando una gran cavidad en el medio.

- Castaño de indias, el árbol del Patriarca de Lituania. Crece en la granja de Jonas Basanavičius, conocido como el Patriarca de la Nación, es el único objeto auténtico que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y que recuerda su vida.

- Peral en medio de un campo en la República Checa, calificado como “El símbolo de la resistencia”. Su forma inusual refleja los fuertes vientos que soplan con mayor frecuencia desde el oeste en esta región, así como su ubicación solitaria en medio de un campo.

- Cedro del colegio Sainte-Marie en Bélgica, el vínculo tranquilizador entre la ciudad y la naturaleza. Con una altura de 28 m., una extensión de 27 metros y un tronco con una circunferencia de 470 centímetros, es uno de los cedros más grandes de Bélgica.

- Morera blanca de 400 años, la Dama Verde del Parque Nacional de Krka en Croacia. Lleva generaciones junto a la orilla del río, bajo los restos de un molino siendo un símbolo del pasado sedoso de esta región.

- Haya común del Jardín Botánico de la Universidad de Wrocław en la región de la Baja Silesia, polaca. Se le conoce como el "Corazón del Jardín".

- Tilo de hoja grande, la “Lima María” de 650 años en la región de Oisterwijk del Brabante septentrional en los Países Bajos. Bajo su impresionante corona, se hacía justicia y se celebraban asambleas municipales. Durante la década de 1800, estuvo a punto de morir, pero formó un nuevo tronco.

- Roble común. Con 1000 años de vida, se ubica en la aldea ucraniana de Veryn, en la región de Lviv. Con varios huecos en su tronco, uno tan grande que parece una cueva. La leyenda dice que durante la II Guerra Mundial, un francotirador se sentó en la hondonada e impidió que se estableciera el cruce del río Dniéster.

- Olivo Milenario de Luras en Cerdeña. Considerado como uno de los ejemplares de acebuche más antiguos de la isla. Se le define como el "Patriarca de la naturaleza" por la sabiduría de su época, estimada entre 3000 y 4000 años.

- Roble inglés en la aldea de Vana-Voidu en Estonia. Un símbolo viviente de la resiliencia cultural y las leyendas históricas del país, conmemorado en una moneda de plata por el 90 aniversario de Estonia. Un árbol icónico con significado cultural e histórico.

- El haya llorona de Bayeux de la Normandía (Francia). Con una extensión de más de 40 m de ancho, la ciudad tuvo que seguir perfeccionando una increíble estructura de soporte durante los últimos 100 años.

-Castaña dulce de Acton Park de Wrexham en Gales. Con 500 años de antigüedad, este árbol gigante es un símbolo de la resiliencia en la ciudad, ya que ha superado desde el saqueo del parque en busca de leña en la posguerra en los años cuarenta hasta docenas de tormentas mortales.

*Si quieres votar al Chaparro de la Vega: https://www.treeoftheyear.org/vote
Si lo que deseas es ver las imágenes de todos los árboles seleccionados: https://www.treeoftheyear.org/vote/the-spanish-oak-of-la-vega