La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife, Beatriz Zimmerman, ha escrito una carta dirigida al padre de las menores, Tomás Gimeno, a quien, en un tono conciliador apelando a su razón, pide que traiga a salvo a las pequeñas.

"Tomy, te escribo esta carta porque necesito que pienses con el corazón y no con la mente. Y, lamentablemente, el único medio que tengo es éste", escribe la madre de Anna y Olivia.

"No sé dónde están. Solo sé que tenemos un gran amor en común: nuestras hijas. Sé que las quieres más que a ti mismo. Sé que jamás les harías daño; he defendido eso siempre y nunca lo he puesto en duda", añade Beatriz.

La madre de las pequeñas admite ante su expareja que "lo nuestro no funcionó por diversas razones, pero eso no significa que nos tengamos que hacer tanto daño y sé que deseas lo mejor para ellas. Olivia y Anna son lo más bonito que nos ha pasado y siempre estaremos unidos por ellas. Ambas nos quieren y necesitan, Tomy, a los dos. Sé que las adoras, que quieres darles lo mejor".

"No les arrebates su derecho a tener una madre"

"Necesitan a su padre y a su madre. Nos necesitan fuertes y unidos durante los buenos y malos momentos que les tocará vivir. No se trata de nosotros, Tomy, se trata de ellas. Míralas, tú que puedes... acarícialas, bríndales el amor que siempre vieron en ti, no les falles; sé que lucharás por darles la mejor vida, al igual que yo. Pero no les arrebates ese derecho que tienen de disfrutar del amor de una madre", añade Beatriz en su desesperada carta.

La madre de Anna y Olivia recuerda a Tomás Gimeno que "nadie ocupará tu lugar de padre, nadie podrá ocupar mi lugar de madre. Fue una creación de ambos. Ni yo tengo derecho a quitarte el enorme placer de tenerlas a tu lado, ni tú quitarme ese derecho y deber que tengo como madre con ellas. Me necesitan, Tomy".

"Vuelve. Vuelve con ellas. Lo peor que puede pasarle a un hijo es que lo alejen involuntariamente del amor de sus padres. Las espero con los brazos y el corazón abiertos.No mires el mundo adulto; míralas a ellas, desde su mundo de niñas pequeñas y frágiles, confundidas y tristes. Sólo tú puedes ayudarlas a volver a mis brazos, aparte de los tuyos", subraya en la carta.

"No alargues la tortura"

"No alargues la tortura, todos estamos sufriendo. Sé que no quieres eso. Sé que en el fondo deseas volverlas a ver felices con su entorno, su hogar, su familia, amiguitas del cole, sus perros, juguetes... Tomy, sólo te pido algo: quiérelas...de tal manera que tengan lo que más necesitan, el amor de unos padres...aún estamos a tiempo de reparar los daños...y no marcarlas de por vida. Sabes que es un egoísmo hacia ellas quitarlas de su madre. Olivia y Anna te lo agradecerán infinitamente", pide desesperada la madre.

"Piensa con el corazón, no con la mente. No puedo creer que te haga feliz hacerles daño y separarlas de mí. Y, si tú eres un infeliz, ellas no podrán crecer felices tampoco. No se lo merecen...son unas niñitas inocentes con toda una vida por delante. Espero alguna señal de tu parte como respuesta, tú sabes cómo contactarme", concluye Beatriz, su carta.