Cada año, en España, se diagnostican aproximadamente 30.000 casos de cáncer de próstata. Este es el tumor sólido más frecuente en los hombres, y si bien, suele estar asociado a la edad (la mayor parte de los pacientes supera los 60-65 años), cada vez se detectan más casos en personas jóvenes.

En lo que respecta a su tratamiento, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid ha incorporado a su cartera de servicios la braquiterapia de alta tasa, un tipo de radioterapia que consiste en colocar el material radioactivo en las proximidades o el interior del tumor.

Esto tiene importantes ventajas, ya que “evita la irradiación de los órganos cercanos y, por tanto, disminuyen los efectos adversos sobre estos”, explica el Dr. Walter Vásquez Rivas, médico adjunto del Servicio de Oncología Radioterápica.

Hasta ahora el procedimiento que se realizaba en el centro era el de la braquiterapia de baja tasa, consistente en “implantar semillas radioactivas a nivel de la próstata, las cuales se quedan alojadas de por vida y emiten radiación muy localizada durante aproximadamente tres meses”, cuenta.

Menos efectos adversos y tiempo de quirófano

En la braquiterapia de alta tasa, sin embargo, no se implanta ningún tipo de material radioactivo permanente, lo cual “permite conformar mejor la dosis de radiación a los órganos de riesgo (uretra, vejiga y recto) y, por tanto, reducir los efectos adversos sobre estos”, afirma este especialista.

A esta ventaja hay que añadir la de que este procedimiento requiere menos tiempo de quirófano.

“La radioterapia convencional puede abarcar hasta 28 sesiones de tratamiento. Sin embargo, con la braquiterapia hay una reducción significativa del tiempo, ya que los tumores de bajo riesgo se pueden tratar en dos sesiones; y los de riesgo intermedio y alto en una sola sesión, seguida de 15 de radioterapia convencional”, precisa el Dr. Vásquez.

El proceso, además, se realiza en un día, por lo que no es necesario hospitalización.

Sí requiere, no obstante, anestesia, ya que, a diferencia de la radioterapia con fotones, el material radioactivo se aplica muy cerca o dentro del tumor”.

Tasas de curaciones excelentes

Las tasas de curación de la braquiterapia de alta tasa son equiparables a las de la cirugía y radioterapia convencionales, e, incluso, pueden mejorarlas si se utiliza en tratamiento combinado con radioterapia externa.

“La perspectiva en cuanto a control del tumor y curación global con estos tratamientos es excelente, debido a que se detectan tasas de control local y libre de recurrencia bioquímica a cinco años hasta del 94 por ciento”, apunta este radiólogo.

Posible efectos adversos

Como cualquier otro tratamiento, no obstante, puede tener efectos secundarios. Estos suelen ser locales, y a nivel urinario.

“Puede haber disuria (dolor o molestia al orinar) aumento de la frecuencia urinaria diaria y nocturna o urgencia urinaria”, indica el Dr. Vásquez, que añade, que “estos efectos suelen ser temporales”.

Del mismo modo, se puede intentar prevenirlos mediante la administración de medicación alfa bloqueante, como tamsulosina, que ayuda a reducir la contracción muscular de vejiga y uretral. “Esto facilita el flujo de orina y mejora la sintomatología”, subraya.

Casos de éxito

La primera intervención de estas características en la Fundación Jiménez Díaz se llevó a cabo el pasado mes de abril y fue todo un éxito. “Se trataba de un paciente diagnosticado de adenocarcinoma de próstata de alto riesgo y con otras patologías de riesgo”, recuerda el Dr. Vásquez.

Su caso hubiera requerido radioterapia externa en 28 sesiones, en torno a un mes y medio, pero se optó por un tratamiento combinado con braquiterapia de alta tasa de dosis en sesión única y, dos semanas después, 15 sesiones radioterapia externa.

“Eso nos permitió dar una mayor dosis de tratamiento a la próstata y reducir las dosis de radiación recibida por vejiga y recto”, detalla este especialista.

La evolución del paciente desde entonces ha sido excelente. “No ha habido problemas obstructivos y solo ha presentado síntomas urinarios leves”, concluye.