El cáncer de próstata es el tumor sólido más frecuente en hombres. Cada año se diagnostican en España alrededor de 30.000 nuevos casos y, si bien el grueso de pacientes está por encima de los 60-65 años, el número de este tipo de neoplasias por debajo de esta edad está yendo en aumento.

El tratamiento radioterápico es muy frecuente y, en algunos casos, la única alternativa terapéutica, así que con el fin de mejorarlo el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha incorporado a su oferta asistencial la técnica de inserción de hidrogel.

El procedimiento consiste en colocar este producto, compuesto por un 90 por ciento de agua y un 10 por ciento de un polímero llamado polietilenglicol, entre la próstata y el recto, de manera que “ambos órganos quedan separados por un espacio de aproximadamente un centímetro”, explica la Dra. Pilar Samper Ots, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del centro.

La administración del hidrogel se realiza una o dos semanas antes de la radioterapia; con anestesia intradural, local o regional y sedación; y de manera guiada, a través de una ecografía transrectal. Así, “de forma transperineal, se inserta un catéter que se sitúa en el espacio entre el recto y la próstata”, especifica esta especialista.

“Es una técnica sencilla y rápida”, subraya, añadiendo que “se lleva a cabo en un único procedimiento, después del cual el paciente puede hacer vida normal”.

Dra. Pilar Mª Samper Ots

Más preciso y eficaz

La inserción de hidrogel en el abordaje del cáncer de próstata tiene importantes ventajas. Por un lado, permite reducir los posibles efectos secundarios de la administración de radioterapia, tanto a nivel rectal como urinario y sexual. Y, por otro, mejora la precisión y la eficacia del tratamiento y la calidad de vida de los pacientes.

“La barrera física que se crea entre ambos órganos permite administrar en la próstata una dosis más alta de tratamiento radioterápico con capacidad de destruir células cancerígenas, protegiendo y evitando daño al tejido sano circundante”, subraya la Dra. Samper Ots.

Del mismo modo, su empleo hace posible disminuir “hasta en un 75 por ciento la cantidad de radiación aplicada a la próstata susceptible de incidir en el recto, y hasta en un 70 por ciento las posibilidades de generar efectos secundarios o complicaciones sobre el mismo”, aclara.

Esto hace posible que, en los casos de cáncer de próstata de riesgo bajo e intermedio, los esquemas de tratamiento puedan reducirse de las habituales 20-28 sesiones a solo cinco. Con el fin de conseguir la curación y minimizar las visitas al hospital “se aumenta la dosis por sesión para administrar una cantidad efectiva equivalente”, apunta.

Tres meses

El hidrogel es reabsorbible. Se mantiene en el organismo, procurando la separación entre próstata y recto, unos tres meses y, tras estos, comienza el proceso de hidrolización vía renal. Al cabo de seis meses, completado el tratamiento radioterápico, se elimina por completo del cuerpo.

A la vanguardia, con excelentes resultados

La inclusión el pasado otoño de esta técnica en su cartera de servicios ha permitido al Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles incorporarse a la vanguardia del tratamiento del cáncer de próstata con este tipo de terapias, especialmente en casos con recidiva, que requieren una reirradiación, y en aquellos localizados de riesgo bajo e intermedio en los que está indicada la técnica de irradiación de alta precisión SBRT (Radioterapia estereotáctica Corporal).

Desde entonces se han realizado ocho procedimientos, cuyos resultados han sido muy buenos y la satisfacción de los pacientes muy alta, “dado que no presentaron efectos secundarios”, apunta la Dra. Samper Ots.

De cara al futuro, el personal de los servicios de Oncología Radioterápica y de Urología del centro se está formando adecuadamente para acreditarse en esta técnica, ya que esta requiere precisión y experiencia específica.