La entrada en vigor en Cataluña este mes de mayo del impuesto que grava las bebidas azucaradas, ha vuelto a poner de manifiesto el problema de sobrepeso y obesidad que hay España. Si bien estamos lejos de las cifras americanas, los datos son cada vez más preocupantes. Aproximadamente un 30% de los menores españoles pesa más de lo que debe, una cifra que asciende en los adultos hasta el 54%.

Sin embargo, “el problema no es el azúcar”, aclara a ELPLURAL.COM, la doctora Gemma Sesmilo, coordinadora de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Dexeus-Grupo QuirónsaludO al menos no únicamente. “La gente come más de lo que debe. Hay acceso ilimitado a la comida y muchas veces se ingieren alimentos muy ricos en calorías que no lo parecen”. Como ejemplo, las patatas que se pican entre horas. “Una bolsa grande equivale prácticamente a las calorías que tiene que ingerir un niño en todo el día”, subraya esta especialista.

Azúcar y enfermedad

Aunque ha costado mucho elaborar estudios que prueben la relación del azúcar con determinadas enfermedades, las investigaciones son determinantes y prueban que está vinculado a patologías como la obesidad, la diabetes, el hígado graso y la demencia vascular, y como consecuencia, también con el riesgo cardiovascular.

“En la consulta nos estamos encontrando niños obesos de padres que no lo son y nos es muy difícil adelgazarlos”, explica esta médico del Hospital Dexeus. “Hay veces en las que no logramos revertir la obesidad”. Del mismo modo, indica, “presentan diabetes mucho más complicadas de tratar”.

Otro de los mayores problemas a los que han de hacer frente los especialistas en los últimos años es el de las mujeres que son madres siendo obesas. “Condicionan el matabolismo de su hijo”, subraya Sesmilo, de manera que estos niños “tendrán más capacidad de ahorrar energía”. De ahí, que sea fundamental que quienes deseen ser madres y tengan sobrepeso “adelgacen antes de quedarse embarazadas”.

Moderación y variedad

La clave está en prevenir. En la lucha contra el azúcar, y contra cualquier otro elemento que forme parte de la alimentación, es vital “la moderación”. A esto hay que añadir, “la variedad” y por fortuna, en España todavía “tenemos nuestra dieta mediterránea”.  

Hemos de ser conscientes de la cantidad de azúcar presente en los alimentos que consumimos, aunque “no siempre es fácil distinguir en las etiquetas cuáles son los azúcares problemáticos de los que no lo son como, por ejemplo, la fructosa y la lactosa”. Asimismo, hay que tener en cuenta que también hay azúcar en muchos alimentos salados.

No pasa nada por tomar una porción de bizcocho de vez en cuando o un refresco, “después de jugar un partido”, destaca la doctora Sesmilo, pero este tipo de productos no deben formar parte de nuestras comidas diarias. “Las bebidas azucaradas son fuel, no aportan nada”, recalca.

“Si acostumbramos a los niños al sabor muy dulce, siempre lo querrán así, por lo que es muy importante que se habitúen a un sabor menos dulce”.  La recomendación diaria para un adulto es de un "5% aproximadamente de las calorías, lo que equivaldría a unos 30 gramos". Un sólo refresco, ya tiene esa cantidad.

En los últimos tiempos se ha insistido mucho en la calidad de lo que consumimos, pero es fundamental, confirma esta médico del Hospital Dexeus, “pensar también en la cantidad”.

Prescindir de edulcorantes

Sustituir el azúcar por otro tipo de edulcorantes no es buena alternativa. Se ha demostrado que “el aspartamo y la sacarina son todavía peor. Hay estudios que prueban que generan resistencia a la insulina, lo que luego conduce a diabetes”.

Por el momento, sólo las investigaciones sobre la Stevia han arrojado algunos datos positivos, “es el único que aconsejamos en pequeñas cantidades, pero también hay polémica y necesitamos más información”, concluye esta endocrino.