“La RFEF, víctima de un ataque informático en el marco de una acción criminal dirigida”. Este era el comunicado que el pasado jueves 14 de abril sacaba la entidad que dirige Luis Rubiales. Un mensaje que pasaba bastante desapercibido, hasta que este lunes 'El Confidencial' publicaba que el central del FC Barcelona Gerard Piqué y el propio Rubiales pactaron 24 millones de comisiones para llevarse la Supercopa a Arabia Saudí en 2019. Una información que el citado medio ampliaba aportado audios y documentos del proceso de negociación.

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Tal y como han apuntado fuentes de la RFEF a ElPlural.com, el origen de esta filtración de audios es precisamente el ataque que la entidad recibió el pasado jueves. “Es probable que esta información privada obtenida ilegalmente y con claros propósitos delictivos haya sido ofrecida a distintos medios de comunicación. Se ha llegado a esta conclusión tras ser un periodista quien ha adelantado a la RFEF la próxima publicación de este material sustraído ilegalmente que el medio ha recibido, según el periodista, mediante un informador anónimo que con una voz encriptada ha contactado y lo ha puesto a su disposición por medio de una aplicación móvil”, advertía ya entonces la Federación.

“El citado medio de comunicación afirmó haber recibido, a través de terceros, contratos confidenciales, conversaciones privadas de WhatsApp, correos electrónicos y abundante documentación del ámbito de la gestión de la RFEF, lo que, de ser auténticos, supondría un delito de revelación de secretos y una violación de los derechos fundamentales de las personas atacadas”, añadía la RFEF.

"Es todo legal"

Por otra parte, pese a que la noticia ha desatado una gran ola de indignación, la “tranquilidad” sigue reinando en la Ciudad del Fútbol (al menos de puertas para fuera). “Estamos tranquilos. Es todo legal”, han apuntado fuentes del entorno del Rubiales a este medio.

Las altas esferas federativas justifican el traslado de la Supercopa a Arabia Saudí, y por consiguiente el contrato con Sela, porque es “muy positiva” para el fútbol español. Explican que esta “gran operación” permite que los clubes pequeños “sobrevivan” debido a los 40 millones de euros que percibe la RFEF.

No obstante, estas voces defienden también la transparencia de la operación y niegan que se incurriera en un conflicto de intereses con Gerard Piqué, intermediario (a través de Kosmos) y futbolista al mismo tiempo. En este sentido, argumentan que las comisiones para la empresa del central azulgrana corren a cuenta de Arabia Saudí y en ningún caso de la RFEF.