La agenda informativa alejada de la política estuvo delimitada por un nuevo escándalo en el fútbol español. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y Gerard Piqué, central del FC Barcelona, pactaron una comisión de 24 millones para el jugador por llevarse la Supercopa a Arabia Saudí. El Confidencial publicó audios y documentos que probaban la relación comercial y estructuraban cronológicamente la relación. Esta publicación forzó al futbolista a dar la cara, a su manera. El culé, directo en Twitch mediante, dribló las preguntas de los periodistas, defendiendo la legalidad de los negocios con el ente federativo y señalando a una mano negra que, por supuesto, no identificó para “evitar problemas”.

El foco mediático sólo tenía ‘ojos’ para Gerard Piqué. El central, sabedor de ello y de la expectación que creó su anunciada comparecencia, se tomó con relativa calma hacer acto de presencia en su canal de Twitch, donde esperaban 35 periodistas de diversos medios para despejar todas las incógnitas – a priori – sobre los lucrativos negocios en consonancia con la RFEF.

La ‘rueda de prensa’ trasnochada de Piqué se saldó con frases hechas que salpimentan las comparecencias de esta índole. “No tengo nada que esconder. Creo que todo lo que hemos hecho es legal. Quiero que los periodistas sean duros conmigo y vayan al grano, porque quiero que la gente entienda como trabajamos”. Estas fueron algunas de los ‘despejes’ con los que el central azulgrana delimitó su defensa.

Honestidad de la RFEF

De hecho, ‘Geri’ negó por activa y por pasiva que su participación en el negocio supusiera un conflicto, dado que él es jugador de uno de los equipos llamados a competir por la Supercopa año tras año. En este sentido, Piqué defiende que su línea de acción pasa por una “ayuda” al presidente de la Federación para encontrar un potencial comprador del producto. “No tiene que ver un tema comercial con un tema en el campo”, manifestaba el central, al tiempo que despejaba cualquier tipo de dudas sobre favores arbitrales a su club: “El cambio de formato sucede en 2020. Sin él, el Madrid no habría participado en ninguna de las Supercopas y tampoco hubiera las hubiera ganado”.

Piqué justifica que no se trata de un negocio “entre dos personas”, aunque entiende que en España siempre se sospeche que “hay gato encerrado”. “Que lo hagan 100.000 personas o 1.000 no quiere decir que lo haga todo el mundo. ¿Crees que por un acuerdo así el presidente de la RFEF va a decir algo a un árbitro?”, contraatacaba Piqué a las cuestiones de los periodistas.

Es este uno de los aspectos que más sombras arrojaría sobre la intervención de Piqué, dado que el propio central es, a su vez, propietario del FC Andorra. El conjunto del Principado ascendió en 2019 de la Primera Catalana a la Primera RFEF (antaño Segunda B) sin pasar por la Tercera División. El club andorrano compró la plaza que había dejado vacante el Reus. Por tanto, al coincidir en el tiempo con las negociaciones para la venta de derechos de la Supercopa, una de las preguntas ha transitado en esta dirección, topándose, claro, con la pertinente negativa de Gerard Piqué.

El capitán del Barça no mencionó el momento de la adquisición para exponer el trato que recibe el FC Andorra, sino que recordó un encuentro contra la Real Sociedad B. “¿Crees que por un acuerdo así el presidente de la RFEF va a decir algo a un árbitro? Contra el filial de la Real Sociedad nos eliminaron después de quedarnos con nueve y nos pitaron un penalti en contra”, justificó. Piqué considera que Rubiales ha de “luchar” por obtener el mayor dinero posible. “Si lo consigue, se lo merece. Eso pasa en cualquier empresa. No voy a renunciar a algo con lo que me lo paso bien. Yo sé lo que he hecho”, argumentó.

Así las cosas, Piqué, tras varios enganchones con periodistas como Juanma Castaño o Alexis Martín (más conocido como Míster Chip), expuso sus “buenas conexiones” con Oriente Medio, pero no solo en Arabia Saudí. “La gente nos comentó que quería traer competiciones oficiales del fútbol y a partir de ahí, viendo el panorama, optamos por hablar con Rubiales para ver si estarían interesados en mover la Supercopa allí”, defendió.

A Rubiales le entusiasmó la idea y ahora el defensa del Barça justifica que es un “éxito”. “Ahora la gente está superenganchada a la Supercopa”, expuso Piqué, quien no ve contradicciones en su defensa de la máxima de “el fútbol es de los fans”. En este sentido, cuando saltó el lío de la Superliga, promovida por Real Madrid, Juventus y su propio equipo, tiró de este lema para defender el status quo del fútbol actual. “Obviamente es de los fans, pero de los fans de todo el mundo”, argumentó.

Una mano negra

El central aludió al método de obtención de los documentos y audios por parte de El Confidencial. Hace cuatro días, la RFEF alertó de un ciberataque y este pasado lunes confirmó a ElPlural.com que la información se extrajo de ese “hackeo”. “Es una filtración malintencionada y se hace noticia de una noticia que ya lo fue hace unos años. Si no lo conté en su día es porque pensaba que esto iba a ir así, pero el presidente debe exponer todos los números en la asamblea de 2019”, añadió el blaugrana.

Acto seguido, argumentó que tanto él como la RFEF están “tranquilos” porque no han cobrado ninguna comisión al margen. De hecho, defiende la figura de Rubiales y define al presidente del ente federativo como una persona “honesta y noble”. “Pondría la mano en el fuego por él”, añadió, al tiempo que insistía en que bajo ningún concepto su empresa cobra una “comisión de la Federación”.