El verano suele ir unido a las altas temperaturas, y esto no sienta bien a algunos alimentos. Comer puede llegar a ser peligroso bajo los efectos del calor, y es que la temperatura ambiente es un factor de riesgo a la hora de sufrir una intoxicación. Las bacterias encuentran la temperatura perfecta para su desarrollo entre los 30 y 37 grados de temperatura, algo que convierte a la época estival en la perfecta para su proliferación. Por ello, se debe tener especial cuidado a la hora de conservar determinados alimentos.

En otros casos, simplemente una mala preparación pueden llevar a convertirlos en un peligro para la salud. Ya sea cuidando su preparación o su conservación, hay que tener en cuenta lo que se consume en verano para evitar intoxicaciones. Hay algunos alimentos que hay que vigilar más que otros, y son los siguientes:

Mayonesa

El huevo es uno de los ingredientes más peligrosos si se relaciona con altas temperaturas, y ya sea en tortillas o salsas, hay que vigilar su correcta conservación. En el caso de la mayonesa casera, no conservarla en la nevera podría llegar a causar salmonella.

Mayonesa

Pollo

La salmonella puede aparecer también en la carne de pollo debido a su alto porcentaje de agua. Se debe evitar consumirlo crudo y para ello un buen cocinado evitaría cualquier tipo de posible intoxicación.

Pollo

Boquerones en vinagre

Muchos de los casos de anisakis se han dado por la ingesta de boquerones en vinagre. Este aperitivo, común en verano, puede ser seguro si se congela el pescado durante 48 horas, antes de prepararlo. La misma advertencia sirve para el marisco, también portador de esta bacteria.​

Boquerones curados en vinagre

Hielo

Un elemento indispensable de cualquier bebida y en apariencia totalmente inofensivo, aunque cuidado: hay que vigilar de dónde viene el agua. La suciedad del agua o el riesgo de no ser potable podrían sentar mal al organismo.

Hielo cubos

Hortalizas

Junto con la lechuga, los ingredientes de las ensaladas pueden no venir del todo limpios de la tienda. Por ello, hay que cuidar una limpieza mínima antes de consumirlo, desde las manos del que vaya a manipular los alimentos hasta la propia lechuga y las hortalizas.

Hortalizas