Pese a que los tiempos cambian y los avances así lo constatan en favor de los derechos y libertades de las mujeres, lo cierto es que el machismo continúa aún demasiado arraigado en la actualidad, prueba de ello las señales de violencia de género que, por desgracia, se dan prácticamente a diario. Pero se sucede otro fenómeno igual de alarmante que se ha visto en aumento en los últimos años: las agresiones sexuales a menores de 16 años.

Según alerta la Fiscalía General del Estado (FGE), en los últimos cinco años se ha registrado un incremento del 116% de estas agresiones cometidas por menores de edad: en 2017, con 451 causas; en 2018, con 648; en 2019 con 564 y 550 en 2020; siendo la cifra más alta la registrada en 2022, con 974. Todo ello en un contexto en el que también se ha dado un preocupante repunte de crímenes machistas: desde enero hasta este mes de septiembre, se han confirmado 42 asesinatos a mujeres por violencia de género.

En la memoria de la FGE tildan de “alarmante” esta clase de incoaciones de tipo penal, a la par que señalan que sus propias causas son “complejas”. En términos globales, las agresiones sexuales ascienden en este último lustro a 1.973 causas incoadas, con un “leve” ascenso del 0,8% en 2021. El mismo documento también refleja que las incoaciones por esta causa han incrementado un 31,5% en el periodo comprendido entre 2021 y 2022, de las 7.302 a las 9.603. Sin embargo, los delitos por abusos sexuales se vieron reducidos en un 3,39% durante el mismo año.

En relación con las figuras delictivas por agresión y abusos sexuales, la cifra ha incrementado en un 36,4% en el primer caso; en un 2,8% en el segundo. La Fiscalía advierte que esta tendencia se mantiene en un “indefinido índice de impunidad”.

La FGE también puntualiza el cambio de interpretación de estos casos tras la aplicación de la Ley del ‘solo sí es sí’, por la cual se generó “cierta confusión” en el debate público”, motivo por el cual el Ministerio Público terminó por dictar un decreto en aras de poder dar una respuesta uniforme e instando a la “individualización de cada caso”.

Con datos de 2021, la Fundación ANAR puntualizó un incremento del 300,4% en los casos de abuso, pasando de 273 casos contabilizados en 2008 a los 1.093 registrados en 2020, ya que en los últimos cinco años el ascenso lo cifraron en un 20,5%. Las víctimas fueron, en un 78%, mujeres, el 59% de las mismas adolescentes de entre 13 y 18 años; mientras, uno de cada cinco eran varones, en un 53,4% menores de 12 años.

Causas: consumo de pornografía y fallas educativas

Javier Urra, psicólogo forense de la Fiscalía del Tribunal Supremo de Justicia y Primer Defensor del Menor, añade, en conversaciones con ElPlural.com, que las principales causas de este fenómeno se deben a “fallas educativas, de respeto” y falta de “responsabilidad individual”. Además de que implora, en aquellos que cometen estos actos, el sentimiento de “impunidad penal".

En la misma línea, y según apunta Save The Children, otra de las causas que se derivan de este fenómeno es el aumento del consumo de la pornografía, cada vez a edades más tempranas debido al fácil acceso a internet, y en la cual caben representaciones de “violencia y desigualdad” que para nada se equiparan a la realidad, pero, con estos casos de agresiones y abusos, se llevan a la práctica. Una posible causa a la que cabe sumar a la par la “falta de educación afectivo sexual” de las generaciones jóvenes.

La misma ONG señala que siete de cada diez adolescentes tienen fácil acceso a contenidos pornográficos, así como que el 30% deja caer que ésta es la única vía de educación afectivo sexual que encuentran. “Por suerte, ellos mismos se dan cuenta de que necesitan otro tipo de información y casi el 50% así lo pide”, señala la directora de Incidencia Social y Política, Catalina Perazzo.

Albacete y Mallorca, últimos escenarios de agresiones sexuales

Las cifras aportadas en líneas anteriores se comprenden mejor si se llevan al plano de la realidad. En la noche de este jueves, coincidiendo con las fiestas municipales de Albacete, se han producido dos agresiones sexuales, por las que un joven de 27 años ha sido detenido.

Una situación no muy distinta a la que aconteció el pasado mes de agosto en Manacor (Mallorca). Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un menor el día 10 por agredir sexualmente a una compañera, también menor de edad, en un parque acuático de la localidad. El mismo episodio de agresión volvió a repetirse el día 29 de agosto, cuando un hombre trató de abusar de otro menor realizándole tocamientos sin consentimiento en un bar del municipio.

Violencia vicaria

En el marco del aumento de agresiones sexuales y crímenes machistas, la Unidad Especializada de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía ha planteado una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOP) para que los juzgados de violencia sobre la mujer también puedan hacerse cargo de la gestión de las herencias en los casos de violencia machista en los que también exista la violencia vicaria.

La modificación se vería reflejada en el artículo 87 de la norma, en el que la Fiscalía pide que se incluyan procedimientos hereditarios en los casos de violencia vicaria al considerar que son problemáticas que se resolverían con mayor solvencia desde los juzgados de violencia sobre la mujer en lugar de los juzgados de primera instancia.

El trágico rastro de la lacra machista

Esta alarmante consecución de hechos se llega a entender con mayor precisión teniendo en cuenta el contexto actual, cuando en España ya se han confirmado 42 víctimas mortales en lo que va de año, cerca de una veintena tan sólo en los meses de verano y a falta de que las autoridades confirmen un posible nuevo caso en Girona.

Esta última cifra sobrepasó la cuarentena al contabilizar los asesinatos por violencia de género de Villanueva del Arzobispo (Jaén) y Sevilla -más los de Salamanca y Valencia, por los que se registraron cuatro casos en tan sólo una semana-, lo que también hizo ascender el cómputo global desde que se tienen registros, desde 2003, hasta las 1.226 víctimas mortales.

El preocupante repunte de los últimos meses obligó al Ministerio de Igualdad a convocar el segundo Comité de Crisis del verano para evaluar la situación y actuar en consecuencia. Las conclusiones que se extrajeron de la misma reunión fueron abogar por la revisión de la licencia de armas -debido a que muchos de los crímenes se realizaron con armas de fuego- y aumentar la protección de las víctimas en el proceso de la separación.