El espejismo del verano que ha vivido España a finales de marzo y principios de abril apunta a que muy pronto llegará a su fin. Tal y como ha señalado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las lluvias volverán y las temperaturas comenzarán a bajar en el norte peninsular a partir de este jueves.

Es así como Galicia, el cantábrico, el cuadrante noroeste y los Pirineos se verán afectados por este temporal más típico de la primavera que de un caluroso junio como apuntaban los días de atrás. De este modo, la jornada del jueves arrancará con cielos nubosos y precipitaciones débiles en el noroeste de la Península.

Se esperan también intervalos nubosos y evoluciones con lluvias en el resto del norte peninsular y Pirineos, con probabilidades de algún chubasco en el horario de tarde. Sin embargo, a la largo del día, los cielos podrán quedar con nubes altas en la zona de las Islas Baleares y en el resto del territorio nacional.  Por otra parte, en Canarias también se dará un día de nubes altas, sin grandes alteraciones con respecto a días anteriores.

Para el viernes 5 de mayo, el escenario meteorológico no variará a grandes rasgos, ya que se seguirán dando lluvias muy débiles, lo que hace que crecer la preocupación por la sequía en varias zonas de la Península.

Alteraciones de las temperaturas

En lo que concierne al resto de la semana, los termómetros ya no volverán a marcar esos casi 35 grados centígrados que se llegaron a detectar en algunos puntos del país, como en Sevilla, ya que la bajada de las temperaturas será generalizada en toda la península.

Las máximas, así, descenderán entre seis y nueve grados en el área cantábrica y en la Meseta central. No obstante, en el Ebro, el interior de Valencia y la zona del bajo Guadalquivir, se podrán seguir registrando 30 grados centígrados de máxima.

Las mínimas, por otro lado, también bajarán en el interior de la mitad occidental peninsular, aunque subirán en la zona de los Pirineos.

En cuanto a los vientos, soplarán del sureste en el noreste peninsular y Baleares, así como de componente oeste en el resto del territorio nacional, exceptuando el caso del Cantábrico y el entorno del Alborán, donde variarán.

El fenómeno de ‘El Niño’

Dejando a un lado las previsiones más próximas, la AEMET ha situado el foco en un fenómeno meteorológico que no deja de sembrar la preocupación y que es resultado de los efectos del cambio climático. Este proceso, que se da en todo el mundo, ya ha sido bautizado como ‘El Niño’.

Se caracteriza por ser una manifestación ambiental de calentamiento repentino de las aguas del Océano Pacífico y, tal y como ha avisado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se adelantará a los meses de mayo y julio “en cerca del 60%”, un porcentaje que podría aumentar hasta el 80% entre julio y septiembre.

Este fenómeno sería uno de los principales causantes de las sequías que, en el caso de España, azotan las zonas de Doñana (Andalucía) o Murcia, además de la escasez de precipitaciones y el aumento drástico de las temperaturas.

“Lo más probable es que un episodio de 'El Niño' provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las probabilidades de batir récords de temperatura”, ha puntualizado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, al respecto.