Negar las advertencias científicas no es algo nuevo. Está comprobado que aquellos escépticos con el cambio climático aseguran que los últimos registros en los baremos forman parte de un proceso del ciclo natural y que su impacto en la atmósfera es, en realidad, mínimo.

Es el cruce de ideas de las posturas negacionistas, la discusión del debate entre los círculos poblacionales que sucede al mismo ritmo que suben los valores en los termómetros, la intensificación de las tormentas, el aumento de la sequía, el deshielo de los casquetes polares y por consecuencia, la pérdida de cierta fauna y diversidad como agravante del recrudecimiento de la pobreza y la escasez de alimentos. Un doble desafío a nivel mundial: las amenazas climáticas y la desinformación.

Pero el marco actual ya no acoge esta negativa infundida en el rechazo pasivo, sino al odio increpador, a la hostilidad sustentada bajo la máscara de las redes sociales, tintada con las letras del insulto, los dardos dialécticos y el acoso desmesurado. Hace un mes, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pedía “respeto” a través de un vídeo tras el recibimiento constante de insultos y amenazas diarios en las plataformas sociales. Así, la agencia científica denunciaba el incremento de intimidaciones por parte de los usuarios.

Entre ellos, tildaban a la AEMET de “manipuladores”, “criminales”, “asesinos”, “miserables” o “sicarios de la información al servicio del mal”. Lo más preocupante son las amenazas: “Os estamos vigilando” o “lo pagaréis”. “En las últimas semanas se reciben más frecuentemente, pero no hay una contabilidad a al respecto”, explica la portavoz de la AEMET, Estrella Gutiérrez-Marco, a ElPlural.com.

Amenazas por teléfono, redes sociales o pintadas

Estrella puntualiza que estos insultos se reciben “a través de nuestras cuentas de Twitter”, pero los negacionistas también increpan a los trabajadores de la agencia científica por otras vías como por correo electrónico, llamadas telefónicas e “incluso con pintadas en el exterior de alguno de nuestros edificios oficiales”.

Desde la AEMET aseguran que es la primera vez que se enfrentan a un nivel similar de acoso y que realmente desconocen el origen de los insultos. “El cambio climático es una realidad reconocida por Naciones Unidas; el último informe del IPCC señala una relación directa con la mayor frecuencia de los episodios de altas temperaturas”.

Es la primera vez que la agencia científica se enfrenta a un acoso de este nivel

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advierte sobre el calentamiento global y el camino de las acciones que debe tomar la sociedad para no dirigirnos a una crisis climática inevitable. Este documento señala “una relación directa con la mayor frecuencia de los episodios de altas temperaturas”. La base podría partir del momento actual, sobre el “periodo de escasa precipitación, esto puede causar preocupación, inquietud o miedo en la población general”.

Alejar el pánico de la ciudadanía

La portavoz de la AEMET señala que, a pesar de esta oleada de insultos, la agencia “debe continuar con su trabajo como servicio público a la sociedad preparando información de calidad para la salvaguarda de vidas y bienes”. Estrella también apunta que “tenemos que intentar alejar a la ciudadanía del pánico”. Para ello, “la ciudadanía debe consultar siempre fuentes oficiales para obtener información directa o para contrastar la recibida por otros cauces”.

De esta forma, recalca que “la meteorología y la climatología son ciencias y la información proporcionada por la AEMET se basa en ciencia, datos, modelos numéricos, verificación de las predicciones y los postprocesos asociados”. De hecho, Estrella destaca la labor de la comunicación ahora en estos tiempos de desinformación y bulos con las fake news sobre el cambio climático. “Todo entre otras obligaciones para que la información llegue a los agentes de decisión y proteger de esta manera a la sociedad. Nadie debe transmitir pánico”.

La AEMET se basa en ciencia, datos, modelos numéricos, verificación de las predicciones y los postprocesos asociados

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es la responsable de elaborar los pronósticos del tiempo y de informar sobre las temperaturas que afectan a la Península Ibérica y a sus Islas. Entre sus labores también comunica sobre el estado del mar, aunque, especialmente sobre los fenómenos meteorológicos adversos. El artículo 1.3. del Real Decreto 186/ 2008 da las bases de la agencia. Su objeto es “el desarrollo, implantación y prestación de los servicios meteorológicos de competencia del Estado y el apoyo al ejercicio de otras políticas públicas y actividades privadas, contribuyendo a la seguridad de personas y bienes, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad española”.

Su objetivo es, según informa su página web, “contribuir a la protección de vidas y bienes a través de la adecuada predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos y como soporte a las actividades sociales y económicas en España mediante la prestación de servicios meteorológicos de calidad”.

La agencia científica también ha agradecido a “todas las personas que habéis mostrado apoyo a los empleados públicos de AEMET, que prestamos un servicio basado en la ciencia, para el que nos hemos formado durante años y que trabajamos con vocación para toda la sociedad”. Por ello, destacan que seguirán trabajando “a pesar de los troles”.