Esta semana se han cumplido 27 años de aquella brutal patada que el gran jugador pero siempre polémico, el francés Eric Cantona, endiñó a un aficionado ultra del Crystal Palace que le ofendió cuando el entonces ídolo del Manchester United se dirigía a los vestuarios tras ser expulsado por el árbitro. El holligan de ideas racistas se dirigió a Cantona diciéndole: "Vete a tu país bastardo de mierda, vuélvete a Francia". La respuesta fue tan contundente como expeditiva: Un vuelo acrobático sobre la grada del Selhurst Park  que terminó con un enorme patadón sobre Matthew Simmons, el aficionado de 26 años del Crystal Palace.

Según distintas crónicas, durante el partido Cantona se quejó varias veces al árbitro de que sufriendo más faltas de lo habitual. En un momento del partido el jugador francés se dirigió al árbitro de manera irónica: “¿No hay tarjetas amarillas?” Poco después fue el propio del delantero francés, quien vería la roja después de un golpe a un jugador contrario a los 4 minutos del comienzo del segundo tiempo.

“Ándate a Francia, hijo de puta francés”

Cuando se dirigía a los vestuarios tras la sanción, Cantona que siempre jugaba con el cuello de la camiseta subido, se lo bajó y al pasar ante la grada escuchó de boca de Simmons es ya conocido “Ándate a Francia, hijo de puta francés”. El holligan había descendido hasta la primera fila y esa fue su mala suerte. Cantona literalmente “voló” hacia él y como en una maniobra de kung fu lo dejó “grogui” de la patada.

Le "hubiera encantado haberlo pateado aún más fuerte"

Ese acto, obviamente antideportivo ha quedado como una de las imágenes más conocidas del fútbol internacional. A Cantona le incrementó la fama de polémico pero el francés, de firmes ideas y compromiso antifascista y antirracista, nunca se arrepintió de lo sucedido. Es más, años después reconoció que para él ese episodio fue uno de los mejores de su carrera: “Patear a un fascista no se saborea todos los días; me arrepiento de no haberle pegado más fuerte”. El exfutbolista francés, lejos de arrepentirse, confiesa que tiene "muchos buenos momentos" pero su "favorito es la patada al hooligan". Como confesó a la prensa le "hubiera encantado haberlo pateado aún más fuerte".

En una entrevista a 'Football Focus' el exfutbolista, Cantona se mostraba satisfecho de la patada: "Creo que es un sueño para algunos dar una patada a ese tipo de gente. Así que lo hice para ellos, para que estuvieran felices. Y ellos hablan hasta hoy al respecto. He visto muchos jugadores marcando goles y todos ellos saben la sensación. Pero esta, de saltar y patear a un fascista, no es algo que se saboree todos los días".

Ultraderechista y racista

La prensa se interesó por la vida de agredido, Matthew Simmons. Tras investigar salieron a la luz datos como su participación en actos de extrema derecha así como que se autocalificaba como racista. Hallaron además una condena por intento de robo a una estación de servicio en 1992 así como ataque a golpes a un entrenador de infantiles por excluir a su hijo de la alineación.

Esta agresión que ya ha pasado a la historia del deporte mundial, le costó a Cantona nueve meses de sanción lo que alejó ese tiempo del terreno de juego. Además una sanción pecuniaria de 30 mil dólares y más de 120 horas de servicios comunitarios.