Dos días después, y a poco que profundicemos en el análisis, descubrimos, -o al menos así lo percibimos algunos- que Mario Draghi sabe lo que hay que hacer para defender a los países en apuros; sabe lo que hay que hacer para evitar que el euro caiga; sabe cuál es la solución de Europa. ¿Lo ha descubierto ahora? Nooo. Lo sabe desde hace mucho tiempo. Lo que ocurre es que alguien está interesado en que no se apliquen esas fórmulas. Alguien está impidiendo la independencia del Banco Central Europeo. Las reacciones de unos y otros han dejado al descubierto las verdaderas intenciones de cada cual. A la Sra. Merkel no le ha gustado la frasecita.

Las políticas solidarias no le interesan al poderoso. Ahora la prensa alemana se hace eco del ya manido mensaje de su canciller Angela Merkel: “El BCE no puede ayudar con el dinero de todos, -que también es alemán-, a los que están en apuros”. Es la política neocón. Es la política que defiende al poderoso y aplasta al más débil. Pero, ¿por qué es el más débil? Porque la mano del todo poderoso lo ha debilitado. Es más débil porque tiene que pagar su deuda a un interés del 7 %, mientras los alemanes lo pagan al 1,3 %. Así también me hago yo rico en cuatro días.

Y hay más: La política de recortes, de rigor presupuestario, de austeridad, machaca a los sectores más débiles de la sociedad. Empobrece más al más pobre y enriquece más al más rico. Acabamos de descubrir que todos son conocedores del pensamiento que encierra la ya famosa frase de Mario Draghi. ¡Y los fuertes no lo van a tolerar!.

Julio García-Casarrubios Sainz
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