El 24 de octubre saldrá en cines Frankenstein, dirigida por Guillermo del Toro y protagonizada por Jacob Elordi como el monstruo, y Oscar Isaac como Víctor Frankenstein. Esta producción de Netflix podréis verla en la propia plataforma tan sólo unas semanas después, concretamente el 7 de noviembre. El reparto se complementa con la maravillosa Mia Goth como Elizabeth y el grandioso Christoph Waltz como Septimus Pretorius. 

Mucha gente a día de hoy se sorprende al descubrir que Frankenstein no es sólo una figura cinematográfica, sino que su origen se encuentra en un libro del mismo nombre escrito por Mary Shelley en 1816 y publicado en 1818. Y aún se sorprenden más cuando descubren que escribió dicha novela con tan sólo dieciocho años. 

Esta joven y talentosa escritora es hija nada más y nada menos que de Mary Wollstonecraft, una famosa escritora y filósofa inglesa. Conocida sobre todo por su obra Vindicaciones de los derechos de la mujer. 

Pero, ¿cómo acaba Mary Shelley escribiendo una de las novelas góticas más famosas del mundo? Todo empieza con una apuesta en la mansión de Lord Byron en el verano de 1816. Debido a la erupción de un volcán, deben recluirse y ese año pasa a conocerse como el año sin verano. Mary se encuentra también en compañía de su marido y todo surge como un pequeño reto. En este retiro forzoso de escritores, la apuesta es ver quién es capaz de escribir la historia más terrorífica. Así surge Frankenstein. Mary Shelley crea esta historia a raíz de un sueño y apoyándose en su propia curiosidad e investigación sobre los avances científicos de la época. Aquella joven estaba lejos de saber que había dado a luz una de las obras madre de la ciencia ficción del terror gótico. 

A lo largo de los años, el mundo audiovisual ha desfigurado esta historia haciendo popular al famoso monstruo como si fuese el villano de la historia, pero nada más lejos de la realidad. En esta obra él es la víctima y su creador, Víctor Frankenstein, el verdadero monstruo. No son pocos los que comparan la relación de la criatura y su creador con la propia relación que la famosa escritora tuvo, a mi gusto, con su detestable marido. 

Guillermo del Toro se declaró fan incondicional de esta maravillosa obra y este 2025 nos ha ofrecido su propia versión. Por supuesto, te animo a que la veas, pero, por encima de todo, te animo a que leas la novela.

Si eres de esas personas que tiene cierto respeto a los clásicos, te aseguro que no debes tenerlo con Frankenstein. Te sorprenderá la ternura y la capacidad de amar de este monstruo maltratado y abandonado. Déjate llevar por una historia sin igual que te marcará y te hará reflexionar sobre el sentido del mundo. 

Me juego el cuello a que más de una persona echa una lagrimita con el final del libro. Desde luego, a mí me ocurre cada vez que lo releo.