Hace justo 400 años un chaval de 23 años estrenaba en el Alcázar de Madrid la obra Amor, honor y dinero. Un éxito rotundo pero del que nadie podía hacer una valoración a futuro, pues por mucho que les gustase nadie era consciente de que aquel joven dramaturgo era Pedro Calderón de la Barca.

Estas situaciones de la historia, nos hacen reflexionar sobre qué obras de arte de nuestros días pervivirán en el futuro. La gran mayoría se hundirán en el olvido y, como siempre, un manojo de obras de arte… flotarán en el océano del tiempo.

Por eso, no es casualidad que la palabra latina “classis” hiciese referencia a la flota y diese origen a nuestra palabra “clásico” como si lo clásico fuese lo único que pervive a las tempestades del tiempo.

Pocas personas en 1623 imaginaron que Calderón de la Barca sería un clásico en el presente

Pocas personas en 1623 imaginaron que Calderón de la Barca sería un clásico en el presente, por lo tanto... ¿Quiénes de nuestros artistas serán los clásicos del futuro?

Es probable (los siglos lo dirán) que la obra que hoy nos ocupa sea una de estas escogidas para ser un clásico del futuro. Al menos todos los ingredientes los tiene.

La ternura, recientemente estrenada en los cines, se basa en la comedia escrita por Alfredo Sanzol cuyo dominio de la escena le ha permitido crear una historia, un cuento (en el mejor de los sentidos), que toca temas tan atávicos como la guerra de sexos o la lucha entre padres e hijos.

Si a esto se le añade la ambientación en mundos idílicos como hace Shakespeare y recurrir a los mejores efectos que propone Lope de Vega en El arte nuevo de hacer comedias. Nos daremos cuenta que La ternura lo tiene todo para ser inolvidable.

Cartel de La Ternura

Cartel de La Ternura
No destriparé nada del argumento más allá de lo que el tráiler de la película muestra, pero baste decir que una madre, deseosa de aislar a sus hijas de los peligros de los hombres, acaba llevándolas a una isla desierta. Justo allí quiso la fortuna que habitase un padre con sus dos hijos, exiliado de las maldades de las mujeres.

Desde ese momento el enredo es continuo, con disfraces que, como en Don Gil de las calzas verdes o en Las bizarrías de Belisa intercambian los géneros provocando todo tipo de curiosas situaciones.

Mientras en el Siglo de Oro este recurso del “varón fingido” se utilizaba: bien para aumentar el tinglado del argumento o bien para dar cabida a las mujeres en el mundo de los hombres, en La ternura invita a la reflexión sobre ridículo de los estereotipos, haciendo que uno de los muchachos, confuso entre lo que le han contado y lo que él mismo ve de las mujeres, termine por preguntar que dónde está el horror en ellas.

El recurso del “varón fingido” lo vemos incluso en romances como el de La doncella guerrera

El recurso del “varón fingido” lo vemos incluso en romances como el de La doncella guerrera, en la que una joven sevillana disfrazada del caballero don Marcos termina enamorando al rey.

Azulcielo, que es como se llama el joven, vive confuso porque en realidad es otro de los recursos exitosos de los clásicos, el hijo engañado. Confuso resulta Edipo en la tragedia de Sófocles y Segismundo en La vida es sueño de Calderón, en ambos casos, el engaño lo propician los temores de sus padres, y en el caso de La Ternura los temores provienen de los prejuicios y el rencor.

Entre otros muchos ingredientes clave también se incluyen a las hijas forzadas. Jóvenes sometidas por la voluntad de su madre que intentando dominar el destino de las hijas no hace otra cosa que complicarles la vida.

Una constante que aparece en La dama boba de Lope pero también en los romances sefarditas como Las tres hermanicas donde al final el amor y los buenos sentimientos derriban inexorablemente al fanatismo, los prejuicios y la sinrazón.

Aun así, esto es solo el argumento, la película de Vicente Villanueva tiene un reparto espectacular, una banda sonora fantástica… en resumen que ya que no podemos viajar en el tiempo para ver un estreno de Calderón, no perdamos al menos la oportunidad de decir que vimos en el cine “La Ternura”.

Emma Suárez, Gonzalo de Castro, Alexandra Jiménez, Anna Moliner Fernando Guallar y Carlos Cuevas, protagonistas a partes iguales de La Ternura

Emma Suárez, Gonzalo de Castro, Alexandra Jiménez, Anna Moliner Fernando Guallar y Carlos Cuevas, protagonistas a partes iguales de La Ternura (Fuente RTVE.ES)