A veces la historia y la literatura se mezclan hasta tal punto que resultan indistinguibles. Pero si hay un tema rocambolesco que se repite a lo largo de los siglos, ese es el de los dobles en la historia, personajes que se parecieron tanto a los políticos y mandamases que acabaron suplantándoles, bien para proteger su seguridad o bien para llevar a cabo las tramas más disparatadas.

El listado es enorme: Fidel Castro, Sadam Hussein, Francisco Franco, Hitler, Stalin… pero si nos remontamos siglos atrás veremos cómo el fenómeno se repite una y otra vez. Tanto es así, que se le ha dado incluso un nombre, los “sosias”.

La película Espérame en el cielo jugaba con la posibilidad de que Franco tuviese un doble

La película 'Espérame en el cielo' jugaba con la posibilidad de que Franco tuviera un doble, pero... ¿fue verdad?

Los dobles mitológicos

El término en sí, proviene de una comedia de Plauto en la que se cuenta cómo Zeus se compincha con Hermes para cortejar a Alcmena. Para ello, el dios del trueno adoptó el aspecto de Anfitrión (prometido de Alcmena) y Hermes el de el esclavo de éste, es decir, de Sosias.

Esto demuestra que hay un sustrato mitológico en el tema los dobles, pero que también aparece en los hechos históricos. Al menos es lo que se cuenta del rey seléucida Antíoco II (c. 287 a. C.-246 a. C.) cuya enemistad con su esposa Laodice desembocó en su propio asesinato y posterior suplantación con un sirio llamado Artemón, a quien todo el mundo tomó por Antíoco durante dos años.

Esta moneda representa al verdadero Antíoco II o al suplantador que usurpó su identidad

¿Esta moneda representa al verdadero Antíoco II o al suplantador que usurpó su identidad?

Lo mismo ocurrió con Augusto, quien se sorprendió de encontrarse a un forastero idéntico a él caminando por las calles de Roma. La leyenda dice que ambos “Augustos” llegaron a encontrarse y el dirigente preguntó con socarronería al forastero que si su madre había estado alguna vez en Roma, a lo cual no con menos sorna el forastero respondió que no, pero si su padre.

Curiosamente, esta leyenda de la broma que un doble hace al otro, se ha replicado en nuestros días con exactitud milimétrica con el baloncestista bosnio Nihad Đjedović y el futbolista sueco Ibrahimovic.

El parecido entre Ðjedovic e Ibrahimovic es tan evidente que se les ha atribuido una leyenda de tiempos de Augusto

El parecido entre Djedović e Ibrahimovic es tan evidente que se les ha atribuído una leyenda de tiempos de Augusto. 

Gemelos intercambiables

En otras ocasiones el parecido era lógico al ser hermanos gemelos, como así ocurrió a finales de la Edad Media en Castilla, donde el conde de Urueña, Juan Téllez de Girón, y su hermano, Rodrigo Téllez de Girón, eran tan semejantes que ni siquiera sus criados eran capaces de distinguirlos si se cambiaban los ropajes, al ser tan parecidos “en el rostro, cuerpo y habla y en todo lo demás”.

El doble de Martín Daguerre

Otros casos, resultan tan sorprendentes que volvieron locos a jueces y abogados, como el ocurrido en Francia allá por el siglo XVI. En el año 1548, un vasco llamado Martín Daguerre (o Martín Guerre según otras versiones) vivía feliz en la localidad francesa de Artigat hasta que fue acusado de robo. Ante tal situación decidió abandonar el país hasta que supuestamente ocho años más tarde volvió al hogar.

Las cicatrices, los defectos en la dentadura, la forma de hablar e incluso las preguntas que se le hacían no dejaban duda a que aquel hombre era Martín Guerre, de hecho, tan segura estaba su esposa, Bertrande de Rols, que llegó a tener varios hijos con él. Pero pasado el tiempo el tío Martín comenzó  sospechar que algo raro pasaba. Le llevó a juicio y trató de demostrar que era un impostor, pero la confusión era tan grande que los testigos no se pusieron de acuerdo (incluidas sus cuatro hermanas quienes testificaron en su favor).

El entuerto se resolvió cuando volvió a aparecer el verdadero Martín Guerre, quien había estado todo ese tiempo en España sirviendo al cardenal Mendoza, incluso perdió una pierna en la batalla de San Quintín.
Al final se destapó la trama. El falso Martín Guerre resultó llamarse Arnaud du Thil, quien después de haber sido confundido con Martín Guerre, se dedicó a sonsacar toda la información a la familia gracias a dos compinches para aprovecharse así de su asombrosa semejanza.

La historia de Martín Guerre fue llevada al cine en 1982 en la piel de Gerard Depardieu

La historia de Martín Guerre fue llevada al cine en 1982 en la piel de Gerard Depardieu.