La Junta de Andalucía, liderada por Juanma Moreno Bonilla, retrocede en el tiempo, literalmente. El equipo del responsable ‘popular’ en la autonomía del sur se ampara en una ley de 1993 para fijar en 90 minutos semanales el horario de Religión en el ciclo de Educación Infantil, que comprende al alumnado de entre 3 y 6 años, de cara al curso venidero.

La decisión no ha sentado demasiado bien en la comunidad educativa, no solo por el contenido, sino por las formas en la que la Consejería lo ha comunicado, con una circular y no con una orden. Así las cosas, el anuncia se ha trasladado a través de una nota interna difundida en la plataforma digital del departamento.

El texto señala que “la novedad en este curso es que NO se podrá seleccionar los minutos de la sesión para la enseñanza de segundo ciclo de Infantil, manteniéndose fijo los 90 minutos”. La nota carece de argumentación normativa y se limita a comunicar el cambio a los directores de los centros, en el marco del proceso de certificación de horarios que se llevó a cabo los días 11 y 12 de junio, tal y como publicaba esta semana elDiario.es.

El documento al que se refiere el gobierno de Moreno Bonilla para esta cambio determina que la duración de la asignatura debe ser “proporcional” al horario asignado en Primaria -de hecho, esa es la defensa que hace el gobierno andaluz-, donde los alumnos que eligen dar religión reciben en la actualidad 90 minutos a la semana.  La medida afectará al 30% restante de los centros de la Autonomía que ofrecían el mínimo exigible por ley de la materia en virtud con su autonomía pedagógica.

Dividido en bloques, la normativa de 1993 contiene trece para regir los contenidos de la asignatura. “Al no ser obligatoria la educación infantil, no cabe pensar en mínimos exigibles a todos los niños, al final de la etapa. Pero sí ha de constituir la enseñanza religiosa una base e interesante ayuda para afrontar los niños la etapa escolar siguiente”, cierra.

Entre los conceptos, se incluye a la “gratitud a Dios y admiración por la creación con su variedad de animales y plantas” o “Dios es el Creador de todas las cosas, también del cuerpo humano, con la colaboración de los padres (los niños de tres a seis años preguntan mucho el porqué de las cosas)”.

Descenso de matriculaciones, aumento de carga lectiva

La realidad en los últimos años es que las matriculaciones en la asignatura de religión han disminuido, pero el Ejecutivo del PP en la región insiste en aumentar la carga lectiva.

En datos efectivos, en el curso que termina, un 68,4% del estudiantado en el segundo ciclo de Infantil cursa en la enseñanza pública alguna de las opciones de enseñanza religiosa reconocidas por el Estado; más del 96% del total de personas que cursan se mueven hacia la religión católica, seguidas de la islámica (2% del conjunto), evangélica (1,6%) y judía (dos alumnos).

En lo que respecta a la distribución horaria que los centros tienen en la actualidad, el 68% ya imparte 90 minutos semanales de religión en Infantil, un 26% 60 minutos; y un 6%, tres cuartos de hora.

La asignatura de religión no ha hecho sino perder alumnos con el paso de los años, a pesar de que la LOMCE trató de darle un impuso en el currículum educativo y el suelo de los docentes batió su récord un año antes de que se produjera el primer descenso del 60% (en 2022 baja de ese porcentaje el número de alumnos y en 2021 el sueldo de los docentes subió como nunca).

Crítica de partidos, comunidad educativa y otras entidades

La decisión del partido que gobierna con mayoría absoluta en Andalucía ha despertado malestar entre partidos como Adelante Andalucía, sindicatos y organizaciones como Andalucía Laica, quien ha denunciado públicamente la situación tachándola como “imposición injustificada”, que además fue “enviada de forma opaca” y “sin ningún tipo de respaldo normativo actual”. “Vulnera cualquier autonomía pedagógica”, añade.

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