Ya sea con carteles contra los CIES antes de un pleno desvaído o entrando el último en el Congreso el día en que Mariano Rajoy daba su pleno de investidura, Pablo Iglesias sigue gestionando bien sus impactos mediáticos. Este jueves lo ha hecho además desde la tribuna y con el discurso sobre los "delicuentes potenciales" en los escaños, lo que ha valido titulares fuera de la Cámara y convertirse también en 'trending topic' en los pasillos del Congreso. Un discurso que ha iniciado significativamente con un "homenaje" a las Brigadas Internacionales que lucharon contra el fascismo en España. Algunos de los diputados salían visiblemente molestos tras el discurso del de Podemos y no ocultaban su malestar. Otros empleaban un tono más distendido y bromeaban con los respingos que había provocado entre los parlamentarios, contabilizando algunos a su alrededor. 

Cábalas sobre a quién beneficia el discurso
Entre los populares que han querido hacer público a la prensa su enfado se encontraba Javier Maroto.  El diputado y vicesecretario sectorial del PP ha hablado de "tono absolutamente agresivo" por parte del líder de la formación morada y le ha acusado de "salir a la tribuna para montarla", poniendo en duda que eso fuera "nueva política". 



El diputado socialista José María Barreda se ha mostrado más tranquilo pero ha ido más allá, apuntando que el PP se frota las manos con este tipo de discursos contando los "sacos de votos" que les genera.

Los otros puntos candentes del día, junto a los equilibrios de Rajoy para insistir en la 'oferta' de diálogo y en las amenazas de terceras elecciones si se complica la gobernabilidad, era el discurso de Antonio Hernando justificando la abstención y la 'caza' por parte de la prensa de los diputados díscolos que insisten en el 'no' a pesar de la decisión del comité federal. En ese sentido Barreda se mostró por ejemplo satisfecho con el discurso y auguró que iban a necesitar "mucho aguante" en esta legislatura ante las cosas que se iban a decir. A su espalda, Íñigo Errejón entraba en directo en una televisión denunciando "la gran coalición" y la "abstención vergonzante". 

Los 'disidentes' aseguran que Sánchez no se abstendrá
En cuanto a la 'caza' del diputado díscolo, Margarita Robles mostraba poco entusiasmo por las palabras de su portavoz en el Congreso y se declaraba contrariada por el hecho de que se pueda defender al mismo tiempo la investidura de Rajoy y la labor de oposición. Odón Elorza, otro de los socialistas que insisten en el 'no', ratificaba su postura y reclamaba a la gestora flexibilidad y que no hubiera "tarjetas rojas" ante quienes se saltaran la disciplina de voto. Alertó contra las "elecciones a la búlgara" sin disenso.

Esos mensajes lanzaban quienes quisieron hablar abiertamente, ya que algunas diputadas 'sanchistas' ratifican también fuera de cámara su seguridad de que Pedro Sánchez no se abstendrá el sábado y explicaban que lo único que estaba en duda era la fórmula: si se saltaba la disciplina de voto o si dejaría antes el acta para no desacatar la orden del partido. Por el lado de la gestora antes de las declaraciones de Javier Fernández la encargada de lanzar el mensaje oficial fue la diputada Micaela Navarro, también presidenta del PSOE andaluz. "Aquí no estamos para representarnos personalmente sino para representar unas siglas", mantuvo en su defensa de la disciplina de voto.