El Gobierno de Castilla y León, formado por PP y Vox, ha aprobado la modificación del Código Ético y de Austeridad de los Altos Cargos en la Comisión de Ética Pública para permitir a los máximos dirigentes recibir regalos “de cortesía”. Esta vieja práctica se había prohibido hace apenas dos años en la propia comunidad autónoma por parte del Ejecutivo encabezado por el mismo presidente que gobernaba entonces, Alfonso Fernández Mañueco, en aquella ocasión en coalición con Ciudadanos.

Ahora, el mandatario regional ha acordado con el apoyo de Vox unos cambios en el reglamento ético que desde la Consejería de la Presidencia, encabezada por el popular Jesús Julio Carnero, califican como “menores”. De hecho, la Junta de Castilla y León presidida por Mañueco pone como excusa que la Ley del Estatuto de los Altos Cargos de la Administración recoge la necesidad de actualizar dicho código ético “siempre que sea necesario y, al menos, al inicio de cada legislatura”.

En el momento en que este sea aprobado por el Consejo de Gobierno y enviado a las Cortes de Castilla y León, los altos cargos del Ejecutivo autonómico, formado actualmente por miembros de PP y Vox, tendrán vía libre para recibir “muestras de cortesía habitual, objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios que le puedan ser entregados en razón de su cargo”.

Esta actualización del código ético, además, no contiene una definición detallada del término “muestra de cortesía habitual”, por lo que los futuros obsequios recibidos por altos cargos del Gobierno de Castilla y León estarán abiertos a interpretación.

El Código Ético anterior lo prohibía

Además, en el acta de la reunión el Gobierno de Mañueco aduce que busca “una redacción más actualizada, que se encuentra en línea con lo que recogen otros códigos éticos autonómicos sobre la recepción de muestras de cortesía habitual”. Con respecto a este último término, los dirigentes del Ejecutivo de PP y Vox que han modificado el código ético han rechazado la idea de que estas "muestras de cortesía habitual puedan ser consideradas como un regalo o un beneficio”.

El código ético anterior prohibía cualquier tipo “de regalo ni beneficio” que, en caso de ser “de escasa entidad o valor residual”, se debía poner a disposición de la consejería o entidad y, en caso contrario, se debía devolver al donante. Si no se pudieran devolver, deben remitirse a la consejería responsable del patrimonio. Además, tampoco se podían admitir “invitaciones, comidas o entradas a cualquier tipo de espectáculo o acontecimiento deportivo, lúdico o cultural”, excepto si los altos cargos asistían en una representación institucional que reflejara su agenda.

Con el cambio actual en el código ético que entrará en vigor próximamente, vuelven así los regalos como jamones o botellas de vino que los altos cargos del Gobierno de Castilla y León podrán volver a aceptar.