La precipitada Asamblea de Vox ha arrojado datos de cómo el partido de ultraderecha se desangra poco a poco. La formación ha perdido entre el 1 de abril de 2022, cuando se celebró la penúltima asamblea ordinaria, y el 31 de diciembre de 2023 la mitad de sus militantes. La formación de Santiago Abascal ha pasado de unos 64.000 a 32.690. Unos datos que se desprenden del acta de constitución y resolución del comité electoral que se celebró este martes y que ha publicado The Objective y al que ElPlural.com ha tenido acceso.

En el citado documento se fijan las bases de la Asamblea General Extraordinaria que se celebrará el próximo 27 de enero y que ratificará, al no haber otro candidato, a Santiago Abascal como presidente del partido.

Por ejemplo, al documento al que este medio ha tenido acceso se puede ver los requisitos que tiene que tener una candidatura, a pesar de que solo se prevé la de Abascal. Así, se indica que "cada candidatura deberá presentar, conforme al artículo 24 de los Estatutos, y sin perjuicio de la aplicación de las especificaciones contenidas, la suma de 3.269 avales correspondientes al 10% de los afiliados de pleno derecho del Censo Electoral, cerrado a fecha 31 de diciembre de 2023".

Un dato que revela directamente el total de militantes que están al corriente de pago de las cuotas del partido y que tienen derecho a participar: la mitad de los que existían hace apenas dos años. El abultado número de afiliados de la formación que era motivo de orgullo y del que presumía incluso el líder de Vox, Santiago Abascal. "Este año hemos crecido en número de afiliaciones, casi 64.000 afiliados", indicaba en abril de 2022 durante el último año. De hecho, según el citado medio, la dirección de Vox desliza en privado que en realidad eran unos 65.100.

Unos 32.000 o 33.000 afiliados menos que no han pagado las cuotas correspondientes o que, directamente, se han ido por las constantes disputas internas, señalan en 'The Objective'.

Operación salvar a Abascal

El adelanto del congreso de Vox nace directamente de fulminar cualquier posibilidad de que Javier Ortega Smith escale posiciones en el partido hasta disputar el liderazgo al político vasco. Una operación que se atribuye al núcleo duro que asesora directamente a Santiago Abascal y que está formado por Jorge Buxadé, Ignacio Garriga y Kiko Méndez Monasterio.

Tras el abrupto adelanto, el 20 de enero se proclamarán las candidaturas (previsiblemente solo la de Abascal) y el 21 comenzará la campaña electoral que podrá usar los datos del partido para mandar mensajes a la militancia. Fue la ex de Vox Macarena Olona la que ya adelantó en un primer momento los planes del nucleo duro de Abascal. Primero se filtraba la intención de Ortega Smith de presentarse como candidato a la presidencia para "desgastarle" ante los suyos para, después, adelantar la convocatoria de la Asamblea General Extraordinaria de marzo a enero para impedir la posibilidad de que nadie recabe los avales necesarios para abrir otro cisma en el partido.

En concreto, 'Libertad Digital' informó a finales de diciembre que Ortega Smith estaba recabando apoyos con la intención de postularse para liderar Vox en la Asamblea General, originalmente programada para marzo pero adelantada por Abascal al 27 de enero.

"Adelantan a enero un Congreso que era en marzo, después de que hace una semana se publicase que Ortega Smith estaba recabando apoyos para presentarse", indicó Olona en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X (antes Twitter). Añadió que "primero reformaron los estatutos para blindar a la actual dirección y luego adelantan la Asamblea", acusándolos de actuar como autócratas dentro del partido. También repitió su acusación de que Vox desvió a la Fundación Disenso siete millones de euros "que aún no se sabe dónde han acabado".

En otro mensaje, calificó la Asamblea de enero como una "desfachatez" y acusó a Vox de "eliminar toda disidencia para convertir Vox en un búnker". Opinó que el adelantamiento de la cita responde a la pretensión de Abascal de "blindarse en el poder y no responder de los fracasos presentes y futuros", apuntando a las elecciones gallegas del 18 de febrero. Además, afirmó que incluir la elección del presidente de Vox en una Asamblea Extraordinaria es "una cacicada". No obstante, los estatutos de Vox establecen que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) puede convocar una Asamblea General Extraordinaria con al menos 15 días de antelación en caso de disolución, como ha ocurrido en esta ocasión.