El crecimiento de Vox se centra especialmente en los duros discursos que lleva a cabo su presidente. Santiago Abascal se ha ganado así muchos seguidores, pero también le está costando bastantes enemigos. Tantos que el partido ve necesario proteger su seguridad.

Por ello solicitaron al ministerio del Interior que proporcionase este servicio. Sin embargo, el gabinete de Grande-Marlaska no ha dado aún una respuesta a las dos peticiones realizadas por el partido de extrema derecha, el cual no descarta realizar una tercera solicitud o empezar a financiar esa protección de forma privada.

¿Amenazado?

Lo cierto es que el líder de Vox ya ha sentido la crispación generada. Días antes de las elecciones andaluzas, en una calle de Madrid, un hombre se abalanzó sobre él cuando se estaba montando en su moto.

Desde el partido dicen ser conscientes del peligro y aseguran temer futuros ataques ante la mala fama que se les atribuye. “Somos conscientes de que ahora existe mucho riesgo. Sobre todo, por la estigmatización y demonización que estamos sufriendo. No podemos descartar que cualquier fanatizado pretenda hacer alguna locura”, asegura un portavoz de la formación.

La decisión de proporcionar escolta a una personalidad corresponde a los expertos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional que, con criterios técnicos, emiten un informe a petición del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.

Esta petición de escoltas contrasta con las duras críticas que se profirieron desde los sectores más duros de la derecha contra la seguridad que se adjudicó a Pablo Iglesias e Irene Montero el pasado mes de octubre, a pesar de que, para entonces, los dos mandatarios de Podemos contaban con una relevancia y presencia pública bastante mayor a la que tiene actualmente Abascal.