Virginius Sinkevicius, el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca europeo que mantuvo la reunión con la Junta de Andalucía en Bruselas, ha sido señalado por el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, ya que le ha acusado de “hacer campaña por Sánchez” con motivo de la situación del Parque Nacional de Doñana, acusándolo también de no buscar soluciones y tildando su comportamiento de inaceptable.

No obstante, lo cierto es que el comisario y político lituano pertenece al equipo de la presidencia de la Comisión, Ursula Von der Leyen. De la misma manera, su partido político es la Unión de los Campesinos y Verdes Lituanos, de ideología de centroderecha. No obstante, en el ámbito europeo, está afiliado al Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea, compuesto por la coalición del Partido Verde Europeo (EGP) y Alianza Libre Europea (EFA).

Entre sus responsabilidades como comisario se encuentra garantizar que el medio ambiente, los océanos y la pesca sigan siendo el núcleo del Pacto Verde Europeo, presentar una nueva Estrategia sobre Biodiversidad para 2030, cumplir la ambición de cero contaminación de la Comisión, liderar un plan de acción para la economía circular o promover océanos libres de plástico y aplicar adecuadamente la legislación sobre los plásticos, entre otras cuestiones.

En 2009 se graduó en el Salomėja Nėris Gymnasium de Vilna, en Lituania, y posteriormente cursó sus estudios universitarios en la Universidad de Aberystwyth, en Reino Unido, donde se licenció en Estudios Económicos y Sociales. En lo que respecta a su carrera política destaca el año 2016, cuando fue elegido miembro del Seimas de la República de Lituania por la circunscripción de Šeškinė, en Vilna, como candidato independiente.

Después fue nombrado presidente de la Comisión de Economía, hasta llegar en 2017 a ser ministro de Economía del gobierno lituano. Y fue en 2019 cuando el parlamento lituano aprobó su candidatura a comisario europeo, puesto que ocupa desde dicho año y hasta 2024.

Críticas del PP europeo

“Vemos al comisario con una camiseta roja para hacer campaña para Sánchez y no presentándose como alguien que busca soluciones en este nivel”, ha esgrimido Weber en declaraciones a la prensa tras la reunión que ha mantenido este miércoles con la delegación popular española en la Eurocámara -liderada por Dolors Montserrat-, y el diputado Juan Ignacio Zoido. Además, ha tachado de “inaceptable” el comportamiento del comisario.

Instantes después de conocer este posicionamiento, Sinkevicius se ha pronunciado a través de sus redes sociales para insistir en que la Comisión Europea “actúa como un guardián de los tratados europeos” y, en el caso de Doñana, ha defendido que es “importante para España y para la UE”.

“Mi mensaje es el mismo: la Comisión actúa como un guardián imparcial de los tratados y la implementación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea es una prioridad”, ha subrayado.

El pulso entre Moreno Bonilla y Sánchez se traslada a Europa

En su reunión con el consejero andaluz de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, Sinkevicius advirtió de que la propuesta de ley que impulsó el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla sobre los regadíos podrá “deteriorar” y provocar “efectos desastrosos” en Doñana, además de que es una intención que “parece ir en dirección contraria” a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia Europeo (TJUE) de 2021.

El comisario trasladó en la reunión que la Comisión está “profundamente preocupada porque la legislación andaluza planteada, si se aprueba como se ha propuesto, podría degradar el humedal protegido de Doñana”, ya que es uno de los pulmones principales del continente, especialmente el mayor de toda la Península Ibérica. No obstante, mostró su compromiso de “evaluar todos los argumentos” planteados por el gobierno del PP andaluz.

Ante estas acusaciones en el seno de la Comisión, que primero fueron vertidas desde el PP hacia el Gobierno de coalición, el PSOE ha denunciado, por su parte, que la formación de Alberto Núñez Feijóo está centrado en “dejar la imagen de España por los suelos en el resto del mundo”: “Atacan a la ciencia, al sentido común, al Gobierno de España y ahora a la Unión Europea. Todo para no reconocer la atrocidad medioambiental que quieren cometer en Doñana”, aseveran fuentes socialistas.

La tramitación parlamentaria de los regadíos propuesta por PP y Vox en Andalucía no tardó en despertar la negativa del Gobierno central, pero las críticas no solo se vertieron desde Moncloa, sino que estas intenciones llegaron a la Comisión Europea, que volvió a advertir a la Junta de Moreno Bonilla de los riesgos que supondría llevarlo a la práctica.

Tal es la postura que, además de lo que trasladó este lunes el comisario de Medio Ambiente lituano, la CE ha advertido también al Ejecutivo de Pedro Sánchez de que las medidas puestas en vigor hasta el momento para la preservación del humedal y de todo el entorno de Doñana en su conjunto “no son suficientes”, por lo que urge a que se extremen aún más las actuaciones cuando los efectos de la sequía ya se están haciendo más que evidentes.

En esta línea, Bruselas recordó a la Junta andaluza que la legislación de la UE exige un uso sostenible del agua, así como la conservación y mantenimiento de los espacios protegidos. Al respecto se señaló que si el deterioro del estado de las masas de agua continúa incrementándose, los efectos podrán ser desastrosos para la conservación de los ecosistemas del parque.