Día tras día, el goteo de grabaciones seriadas a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, realizadas por el comisario jubilado José Villarejo, sazonan los desayunos de los españoles desde una web creada haces apenas unas semanas. Pero todo eso podría ser el inicio, porque los tiempos de Villarejo coinciden con lo que adelantó a sus compañeros de la cárcel de Estremera. “Si no me sacan pronto, habrá novedades a finales de septiembre. Y la traca final… antes de Navidad”.

Así se lo explicó a los compañeros de prisión, según revela hoy El País. Villarejo duerme en la cárcel de Estremera, dentro de un módulo reservado a presos vinculados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, acusado de pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.

En julio, salieron a la luz las grabaciones de Villarejo a Corinna Larsen, la amiga íntima del rey Juan Carlos. Pero la captura de su mayor pieza falló y la Justicia archivó la causa por no ver indicios de delito y porque el rey emérito era inviolable en el momento de las grabaciones.

Pero ya estamos a finales de septiembre, y las novedades se convierten en grabaciones a Dolores Delgado, hace 10 años, cuando era fiscal y no ministra de Justicia, pero están poniendo en apuros al Gobierno de Pedro Sánchez. Algo que los círculos policiales y judiciales interpretan como un intento de chantaje para conseguir la libertad.

La filtración de las grabaciones coincide con la estrategia de la defensa de Villarejo para pedir que se anule su causa en la Operación Tándem alegando que se rompió la cadena de custodia de los 20 terabytes de documentos y grabaciones que le intervino la Policía.

Villarejo llegó a rozar la libertad porque el juez De Egea llegó a plantearse la posibilidad de excarcelarle de manera provisional. Se llegó a plantear la posibilidad de que llevase una pulsera de localización para controlar sus movimientos, algo que molestó a Villarejo sobremanera.