La actualidad persigue a Isabel Díaz Ayuso. Sus ominosas prácticas en Púnica y Avalmadrid diluyen el comienzo de la Sesión de Investidura que la convertirá en presidenta de la Comunidad de Madrid este miércoles, después de alcanzar un acuerdo programático con Ciudadanos y Vox. Si bien la oposición ha tratado de mostrar a la ciudadanía el legado que tiene tras de sí la próxima regidora autonómica, pegado a sus predecesoras Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, su nueva pléyade naranja y ultra alega respetar la presunción de inocencia y habla de "estrategia de la izquierda rabiosa".
Prácticamente desde que saliera al balcón de Génova acompañada de José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, y Pablo Casado, presidente del Partido Popular, para celebrar que la suma de las derechas conseguía frenar la victoria de Ángel Gabilondo, las informaciones se han ido sucediendo. El supuesto alzamiento de bienes cometido por Ayuso, aceptando la donación de un piso cuyo valor catastral es de 140.547 euros (el valor de mercado es mayor) e impidiendo así que la empresa semipública Avalmadrid pudiera ejercer sus derechos como acreedores ante el impago de sus padres, ha sido un auténtico quebradero de cabeza para la candidata.
Desde ElPlural.com se ha ido detallando pormenorizadamente cada avance en la investigación. Sin embargo, la derecha mediática, reflejada en el diario El Mundo, ha sido mucho más laxa con el delito presuntamente cometido. En un artículo llamado Isabel Díaz Ayuso: enfermedad, deudas y tragedia tras el escándalo del padre, el blanqueamiento de la operación efectuada por la candidata es palmario. Un hombre trabajador, con demencia senil y ahogado por las deudas a las que no pudo hacer frente antes de la muerte. Así es como se presenta a Leonardo, el padre de la dirigente popular que dejó en herencia un piso a fin de evitar el embargo.
Además, el reportaje, que cuenta con el testimonio de personas cercanas a la familia, incluye numerosas fotos de otros tiempos en las que se ve a Leonardo junto a Isabel Díaz Ayuso de niña. Por si fuera poco, las declaraciones indican todas en la misma dirección: "Ayuso estudió Periodismo y se lo pagó todo trabajando", "Nunca quiso depender de sus padres y no le interesaba la empresa", Él (Jairo Alonso, su marido) es su principal apoyo y quien le ayuda a superar su complicado juventud y el doloroso recuerdo que le legó padre"...
Misma línea que la que se pudo ver en la entrevista realizada el pasado domingo. Preguntas sobre su familia, sobre la relación con sus predecesoras y sobre corrupción. Pero de pasada, sin profundizar ni imprimir la profundidad que merecían las acusaciones.
Sin embargo, tras numerosas piezas elucubrando sobre las virtudes de Ayuso como encargada de gestionar la Comunidad de Madrid, desvirtuando la atención de las sospechas que penden sobre ella, el periodista Antonio Lucas ha decidido dar carpetazo a la línea ideológica del medio para el que trabaja y dejar sobre el papel una crítica estructurada y completa de la protagonista de la jornada. "Luego está el presunto impago del IBI durante cinco años, las cosillas que la acercan a la trama de la Púnica (corrupción a saco), el mamoneo de los pisos, el posible trato de favor en los chiringuitos del PP... El estiércol acostumbrado", alega el columnista en su artículo Madrid. Kilómetro 0.
"Es muy poco edificante empeñar tiempo en leer o escuchar para no extraer más conclusión que la elemental: estamos una vez más vendidos a los oportunistas de última hornada", prosigue, antes de sentenciar alegando que "no recuerdo que la frivolidad tuviera tanto paso franco en la sede de la Comunidad de Madrid (y aquí hemos visto cosas que no creeríais), pero ya que ruge imbatible (y tan desacomplejada) al menos que sirva para unas risas".