Este martes da comienzo el debate de Investidura de la Comunidad de Madrid, que concluirá el miércoles por la tarde con Isabel Díaz Ayuso como presidenta autonómica después de alcanzar un acuerdo con Ciudadanos y Vox. Pese a los continuos bandazos de sus dos socios, finalmente la popular ha conseguido reunir los intereses partidistas de sendas formaciones para conformar un acuerdo programático a tres que hará que el PP mantenga, tras 24 años ininterrumpidos, su gran feudo. 

Sin embargo, el presente de la candidata popular no simplemente está centrado en la preparación de sus intervenciones frente a los diputados en la Asamblea de Madrid. La corrupción y su presunta implicación tanto en Púnica como en el caso relativo a la empresa semipública Avalmadrid golpean fuertemente a la dirigente. La oposición es feroz, catalogándola como discípula de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Mientras Ayuso contesta alegando que ahora es "otra persona", sus homólogos ponen la lupa en su pasado y observan con escepticismo el legado con el que arranca al frente de la región.

Después de que Fiscalía pidiese la imputación de las dos exdirigentes e Ignacio González, sus actuaciones para potenciar la marca de sus predecesores levanta las sospechas. Tal y como ha ido publicando ElPlural.com, Ayuso fue una de las máximas responsables del lavado de cara de personalidades como Esperanza Aguirre, Francisco Granados e Ignacio González. 

Púnica, redes sociales y lavados de imagen

Tiempo atrás, cuando la futura presidenta de la Comunidad gestionaba las redes sociales de Aguirre y trabajaba en la empresa Madrid Network, ejerció de interlocutora entre la exalcaldesa y Alejandro de Pedro, uno de los máximos responsables de la trama. En 2011, Díaz Ayuso llamó a De Pedro para pedirle “un favorcito”: una plantilla de página web para la entonces presidenta Aguirre, según consta en un informe de la UCO.

En diciembre de 2014, el hermano de De Pedro, Adrián de Pedro declaró ante el juez Velasco que en 2011 Isabel Díaz Ayuso era su enlace con el PP de Madrid. "Yo sé con quién hablaba yo, en la época esta con Isabel Díaz Ayuso (…) Era la que me decía, 'oye, ¿me puedes ayudar en esto me puedes ayudar en lo otro?", explicó De Pedro.

Pero, además de los servicios prestados a Esperanza Aguirre, la popular también sirvió a Granados y González. "Yo hablaba con Isabel Díaz Ayuso, que era la que me decía: ¿me puedes ayudar en esto o en lo otro?", aseguró Adrián de Pedro. "Es que yo no trataba con otra persona (...) Esa persona que le estoy diciendo, para mí, es más que un técnico que me hayan puesto para decir cambia esto, cambia lo otro", remató.

"En 2010 o 2011, cuando Esperanza era presidenta de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados era vicepresidente, creo [en realidad era consejero de Presidencia, Justicia e Interior]. Y ahí es cuando trabajamos con todo el equipo", prosigue. Además, recuerda que cuando en 2012 Aguirre abandonó el partido, "los trabajos los pagó el PP”.

Tal y como adelanto ElPlural.com, las transacciones y labores de secretaría y lavado de imagen de la actual líder popular en Madrid también la relacionan con González. Alejandro de Pedro pidió a Borja Sarasola, consejero madrileño, que se pusiesen en contacto con él desde el PP: "Entiendo que por parte de Ignacio [González], todo lo que tiene se lo ha realizado Isabel Díaz Ayuso", fue la respuesta.

Avalmadrid, herencias y ocultismo  

La candidata participó de una maniobra dudosa para evitar un embargo de acreedores sobre una vivienda de sus padres. Ayuso aceptó la donación de un piso cuyo valor catastral es de 140.547 euros (el valor de mercado es mayor), impidiendo así que la empresa semipública Avalmadrid pudiera ejercer sus derechos como acreedores ante el impago de sus padres. En consecuencia, Ayuso podría haber participado de un delito de alzamiento de bienes como cooperadora necesaria, según Infolibre.

Empecemos por el principio. Tal y como publicó El Confidencial, una de las empresas de los padres de Ayuso pidió un crédito de 400.000 euros a Avalmadrid, la compañía semipública en la que el Gobierno regional aportaba en torno a un 30% del capital a fin y efecto de facilitar financiación a pymes.

El préstamo fue solicitado concretamente por la compañía MC Infortécnica SL, de la cual el padre de la candidata popular es propietario al 50%. La cuantía ascendió a los 400.000 euros y se formalizó ante notario el 15 de marzo de 2011.

Una de las garantías que presentó fue una nave en Ávila cuyo valor asciende a 213.596 euros. La compañía debía devolver 100.000 euros a Avalmadrid y otros 3.000 de intereses. No lo hizo, ya que los avalistas responden con sus bienes ante las deudas. Ante esto, el padre cedió el inmueble situado en Chamberí (Madrid) a Ayuso el 7 de octubre de 2015 para que, de esta manera, escapara a los acreedores.

Ahora bien, no pueden decir que no estuvieran avisados​. El padre de Ayuso pidió una tasación a TINSA, que el 12 de febrero de 2011, un mes antes de la firma del crédito, tasó el terreno en 213.596 euros pese a que se escrituró en 26.000, según el Registro de la Propiedad.

Además, el informe alertaba de que “actualmente el sector médico se encuentra en auge”, pero “la coyuntura económica y la dependencia de la Administración pública hace que las sociedades tengan que soportar fuertes tensiones de liquidez para aguantar los pagos”. En otras palabras, que la solvencia de la compañía estaba en riesgo precisamente porque su liquidez dependía de los pagos de la Administración. Pese a todo ello, se autorizó la formalización de la operación. 

Conocida toda esta información, el PSOE pidió al Gobierno de la Comunidad de Madrid información sobre el expediente de Avalmadrid. En respuesta, la Comunidad señaló que Avalmadrid es una sociedad "privada" que "no firma parte del ámbito de la administración público de la Comunidad de Madrid ni está incluida dentro del sector público autonómico. Además, defiende que Avalmadrid "tiene sus propios órganos de Gobierno con autonomía propia para su toma de decosiones".