El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta a partir de las 12.00 horas de este lunes el debate de investidura en el Congreso de los Diputados en medio de las negociaciones con Unidas Podemos para llegar a contrarreloj a un acuerdo de coalición. Las partes tienen de plazo hasta el próximo jueves, día de la segunda votación, para refrendar un pacto que tiene que incluir un acuerdo programático, la nueva estructura de Gobierno, así como el número de carteras y los nombres de sus titulares que tendrá en el Ejecutivo el partido de Pablo Iglesias.

Una de las personas que más focos han centrado ha sido el presidente de Vox, Santiago Abascal. El líder de la extrema derecha ha aparecido por el Hemiciclo del Congreso de los Diputados y ante su entrada, la gente ha reaccionado tímidamente, con bastante silencio y muy pocos aplausos. En concreto, solamente una persona ha decidido aplaudir a Abascal.

España en situación de "emergencia nacional"

Para Abascal, este lunes será su estreno en la tribuna de oradores del Congreso y aprovechará la oportunidad para remarcar su rechazo a Sánchez y a sus posibles socios de gobierno --"populistas, golpistas y totalitarios"-- y para repasar las principales líneas políticas de su formación.

Fuentes del partido han explicado que Abascal lleva días preparando el debate de investidura con su equipo más cercano, del que forman parte Javier Ortega-Smith e Iván Espinosa de los Monteros, entre otros, y alertará de que España se encuentra en una situación de "emergencia nacional" que hace necesario "restaurar el orden constitucional en Cataluña" y "frenar el avance de las fuerzas separatistas".

También pondrá el foco en otros de los tradicionales mensajes de Vox, como la crisis demográfica, la situación económica, el "tamaño desorbitado" del Estado o la situación de las clases medias y más desfavorecidas, además de denunciar el "totalitarismo sectario" de la izquierda.

Durante las últimas semanas, los dirigentes de Vox han dicho públicamente que, para ellos, tan malo es que haya un Gobierno de Sánchez apoyado por Unidas Podemos e independentistas como que no haya Gobierno. Por ello, han reconocido que la mejor opción a su juicio sería que PP o Ciudadanos optaran por la abstención. En cualquier caso, en el partido creen que una repetición electoral no sería la solución porque el resultado sería "muy parecido".