La portavoz del PP en el Congreso había preguntado al también ministro de Interior por la supuesta colisión entre sus funciones en el Gobierno y su papel como candidato del PSOE en las próximas elecciones generales. Para Sáenz de Santamaría, Rubalcaba "supedita" su tarea en el Ejecutivo a sus "ambiciones personales", puesto que en vez de impulsar las reformas que los organismos económicos internacionales siguen demandando y que el Gobierne tiene en mente, prefiere no hacer nada para "no responsabilizarse de nada". Además, como titular de Interior, en vez de velar por el cumplimiento de la ley, prefiere "hacerse el simpático". "¿Cómo va a gobernar usted si como candidato todo su empeño consiste en demostrar que no tiene nada que ver?", se ha preguntado la dirigente del PP.

El PP exige su renuncia
Los populares llevan pidiendo la renuncia de Rubalcaba en el Ejecutivo desde que se supo que sería el candidato, precisamente porque consideran que esas aspiraciones electorales no pueden casar con la responsabilidad que conlleva, por ejemplo, ser el portavoz del Gobierno y el titular de un Departamento como Interior.

El vicepresidente desmonta el argumento
Rubalcaba ha criticado al PP por presentar ese principio "según el cual se puede ser candidato y presidente pero no candidato y vicepresidente". Tras declarar "taxativamente" que no hay conflicto entre sus responsabilidades, Rubalcaba, además, ha dicho a los populares que ese "régimen de incompatibilidades" sólo se lo quieren aplicar a él, pero no a Esperanza Aguirre o a Alberto Ruiz-Gallardón, que han sido cabezas de lista en las últimas elecciones autonómicas y locales, y al mismo tiempo, presidenta y alcalde en funciones.

Las "trincas" de Sáenz de Santamaría
A Sáenz de Santamaría, aparte de reprocharle que solo se dedique a seguir su agenda, le ha pedido que abandone las "trincas personales" en el Congreso, ya que en esa lid, ha dicho, no podrá contar con él. "Las trincas para usted sola", ha sentenciado.

Críticas a Rajoy
También se ha dirigido al líder del PP, Mariano Rajoy, para censurarle no haber "echado una mano" en la gestión de la crisis, pues si así hubiera ocurrido, la situación estaría, en su opinión, mejor.