Este miércoles se ha celebrado la primera sesión de control al Gobierno después de que Alberto Núñez Feijóo rompiera la baraja y suspendiera un acuerdo prácticamente cerrado para renovar el CGPJ y, como era de esperar, el presidente ha manifestado su hartazgo. “Basta ya, cumplan con la Constitución”, le ha exhortado a la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra.

La dirigente popular ha comenzado su intervención comentando un mix de datos económicos tales como el paro, las previsiones de crecimiento y el riesgo de recesión en países como Italia y Alemania. “Las hipotecas han subido unos 200 euros al mes. ¿Usted cree que sus políticas generan oportunidades?”, ha preguntado.

Sánchez, tajante, ha dicho “sí”, precisando que “este es un Gobierno que está desarrollando, pese a las dificultades del contexto y su oposición, un plan de respuesta económica a las consecuencias de la guerra”. El jefe del Ejecutivo ha garantizado que la hoja de ruta a seguir compagina reformas y protección social, y ha recordado que “tenemos 20,5 millones de afiliados a la Seguridad Social, el crecimiento para este año será por encima del 4%, muy por encima de la media europea, y somos el país con menor dato de inflación, solo mejora Francia”, por lo que el paquete de medidas funciona y está actuando.

Ante esto, Gamarra ha lamentado que “su Gobierno solo se dedica a generar solo para sí mismo, no para la gente”. “Para los españoles no, pero para sus socios, todas. Y bien que las aprovechan. Sus pactos con los independentistas le inhabilitan para buscar hoy el interés general. Tiene demasiadas hipotecas con los que desprecian a los demás. Siempre que ha podido elegir, ha preferido el independentismo a la moderación. ¿Quién es ese nuevo señor X que ha ido a ver a Puigdemont? Quien quiera que fuera lo hizo siguiendo sus órdenes”, ha remachado.

Por último, en un excelso ejercicio de cinismo, le ha acusado de no tener palabra y le ha invitado a renunciar a la modificación del delito de sedición: “Sé que es imposible, pero en el PP nos movemos por el interés general. Feijóo tiene palabra y principios, usted no y esa es la diferencia”. Mientras pronunciaba tamaña alocución, el murmullo se ha apoderado del hemiciclo, pues conviene no recordar que fue el líder del PP quien sucumbió a las presiones de la derecha más reaccionaria y cambió de parecer.

“Ustedes van repartiendo carnets de constitucionalismo y resulta que cuando están en el Gobierno, España estuvo a punto de romperse”, ha deslizado un Sánchez al que el asunto ya parece hastiarle. El presidente ha hecho un repaso pormenorizado de algunos de sus traspiés: “Comenzaron esta nueva etapa proponiendo una rebaja fiscal generalizada de impuestos y ya vimos a Liz Truss; calificación la solución ibérica como timo ibérico; se opusieron al impuesto a las grandes energéticas y ahora lo proponen organismos internacionales…”.

Sánchez ha concluido censurando que Génova solo “descalifica” y entiende que un Gobierno es legítimo únicamente “cuando es del PP”. “Un buen español lo es si es del PP… Basta ya y cumplan la Constitución”.