El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado durante una entrevista en Al Rojo Vivo que ya está reflexionando sobre el futuro de el Valle de los Caídos tras la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco.

Sánchez ha asegurado que en el marco de reuniones que mantuvo con diferentes actores sociales para la elaboración de un programa electoral que presentó a Unidas Podemos, “escuché” las opiniones y “atendí las sugerencias” de asociaciones memorialistas.

A juicio del presidente en funciones, Cuelgamuros debe ser un lugar de “reconciliación” y “perdón”. Considera que con la exhumación la deuda aún no está saldada y, ahora, se debe proceder a realizar más exhumaciones: “Que los restos de familiares puedan ser exhumados y sepultados, si ellos quieren, con la dignidad que merecen”.

De hecho, recuerda que en los Presupuestos Generales acordado con Pablo Iglesias ya figuraba una partida de 10.000 millones de euros “reparación, justicia y memoria”.

Precisamente, el secretario general de Podemos le reprochó el electoralismo de la exhumación de Franco y le reprochó que el franquismo aún impregna las estructuras de Estado, poniendo como ejemplo las condecoraciones que aún conserva el policía torturador Billy el Niño. En este sentido, Sánchez admite que el Gobierno sí que puede hacer algo al respecto, pero se necesita “un Gobierno fuerte”.

Sánchez también ha comentado los “momentos de tensión” que se vivieron en Cuelgamuros. Cabe recordar, que la propia nieta de Franco, Merry, habló de profanación mientras Franco estaba siendo exhumado, según desveló la Sexta.

El líder socialista ha argumentado que “se pueden producir momentos de tensión”, pero “aquí no hay ningún tipo de profanación” porque “hay una sentencia del Supremo y del Constitucional”.

“Hemos empezado a resignificar el Valle de los Caídos. El verdugo ya no descansa sobre ellos [los cadáveres de las víctimas]”, ha sentenciado. Y concluye que ahora “tenemos que hablar con las familias” para ver qué hacer con Cuelgamuros.