Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo volverán a medirse este martes en el Senado. Será su segundo cara a cara tras tomarse el pulso en el primer round del pasado 6 de septiembre. En aquella ocasión, el púgil socialista zarandeó a su rival sirviéndose de la ventaja que le otorgaba el no tener límite de tiempo y el mal uso que hizo el dirigente popular de sus 20 minutos tasados. El intercambio de golpes entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición debiera ser algo habitual, pero al no ser diputado, las disputas son más descafeinadas al comandarlas Cuca Gamarra, secretaria general y portavoz parlamentaria del Grupo Popular. En consecuencia, cada cita entre Sánchez y Feijóo es una oportunidad para ambos. El presidente ganó holgadamente la primera velada y los vientos de cola dibujan un marco igualmente propicio.

El primer cara a cara lo solicitó Feijóo, este segundo ha sido agendado por Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo compareció el pasado jueves en el Congreso para dar cuenta del último Consejo Europeo y de las medidas adoptadas para amortiguar el impacto de la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Este martes hará lo propio en el Senado a las 16:00 horas, aunque el eje vertebrador será el nuevo plan fiscal de Moncloa y los Presupuestos Generales del Estado 2023, que se encuentran en pleno trámite parlamentario.

El presidente del Gobierno asestó su primer golpe el pasado jueves. En la Cámara Baja anunció 3.000 millones más para medidas para medidas energéticas que complementarán el plan de contingencia. Un paquete conformado por cuatro iniciativas con las que Moncloa prevé llegar al 40% de los hogares españoles: refuerzo del bono social eléctrico y del térmico, creación de una nueva categoría de consumidores eléctricos que dispondrán de un 40% de descuento para hogares con ingresos bajos y tarifas reguladas para las comunidades de vecinos con calefacción central. No hubo respuesta alguna del PP. Gamarra se empeñó en exonerar al diputado Alberto Casero, pero no tuvo a bien comentar los últimos anuncios de Sánchez. Queda saber si lo hará Feijóo en qué términos.

Cuestión de propuestas

La tendencia y el escenario han mutado desde el último careo entre presidente del Gobierno y líder de la oposición. Feijóo llegaba con la confianza que le otorgaban los resultados demoscópicos y con la sensación de tener a Sánchez a rebufo. Sin embargo, a juzgar por el último enfrentamiento con el PP en sede parlamentaria, durante la comparecencia del jefe del Ejecutivo en el Congreso la pasada semana, el sentir es que los socialistas tienen la sartén por el mango. De ahí que en Ferraz se espera que sus adversarios acudan a la Cámara Alta con ánimos de rebatir propuestas.

Fuentes socialistas consultadas por ElPlural.com esperan que Feijóo se presente como una opción de Gobierno real, alejado del fango y centrado en la porfía propositiva. De hecho, en Ferraz cuestionan permanentemente ese perfil de centralidad y moderación que se le ha atribuido al gallego desde su desembarco a la política nacional. No obstante, esos adjetivos no casan con tiempo presente, según sugieren algunas voces en Ferraz, que esperan, no sin cierto pesimismo, enfrentarse a una “alternativa” que a su juicio “hoy no existe”

La actuación de Cuca Gamarra en el Hemiciclo la pasada semana no alimenta en Ferraz las esperanzas de mantener una batalla dialéctica orientada a medidas concretas. “No puedes presentarte como Gobierno, anunciar propuestas y tener delante a alguien que habla de los indultos a Griñán en los primeros minutos de intervención”, lamentan fuentes próximas a la cúpula socialista, que afean a sus adversarios su incapacidad para entrar en el cuerpo a cuerpo en el apartado propositivo.

El elefante del CGPJ

Según figura en el orden del día de la comparecencia, la comparecencia del presidente será para “informar sobre el alcance de las medidas económicas y fiscales adoptadas por el Gobierno y el papel de las Comunidades Autónomas en su implementación y en el mantenimiento del Estado de Bienestar”. No obstante, a ciencia cierta sobrevolará un enquistado asunto: la renovación del CGPJ.

La dimisión de Lesmes desató el caos y el equipo del presidente del Gobierno contactó con el de Feijóo para citarle en Moncloa el lunes pasado. Más de tres horas de reunión que sirvieron de poco. Según fuentes, la primera parte del encuentro fue privada y, después, invitaron a sumarse al cónclave al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y a Esteban González Pons, sus fontaneros de confianza a los que han encomendado una “solución rápida” para evitar una profunda crisis en uno de los pilares institucionales. Ardua tarea. Moncloa y Génova se emplazaron a un “último intento” en el que Bolaños y Pons negociarán -“en serio, ahora sí”- mientras sus jefes chocan en el Senado. No se han fijado plazos, pero urge: “Nos ponemos desde ya”, dijo el ministro socialista en una escueta rueda de prensa en Moncloa.

Nada ha trascendido del estado de las conversaciones y, dado que ambos han cubierto la negociación con el manto del secretismo, no es de esperar que intercambien públicamente sus impresiones. ¿O sí?