El Congreso de los Diputados acogía este miércoles la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a petición del Partido Popular, para desgranar la política migratoria que despliega Moncloa; habida cuenta de los problemas que padece la comunidad canaria. También sobre Economía, aprovechando el hilo conductor para vincular el crecimiento económico del país con la migración como arma para paliar los efectos del invierno demográfico que padecerá Europa a partir del próximo año 2025. Intervención que, además, ha neutralizado los bulos del Partido Popular y De Vox sobre la materia a través de datos, esbozando un país que “no se parece en nada” a lo que exponen derecha y ultraderecha.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arrancaba su intervención, que tuvo que interrumpir ante el runrún de la Cámara debido a la tardanza de sus señorías para ocupar sus respectivos escaños.Consciente de la controversia que genera la cuestión migratoria, señala a Partido Popular y Vox por instrumentalizarla tanto en Europa como dentro de las fronteras españolas como fuera para "inocular odio". Acto seguido, toda vez acabó el bullicio en la Cámara, Sánchez reivindicó España como un "país de migrantes", recordando los desplazamientos de españoles en busca de un futuro mejor, lejos de la dictadura, en tiempos de la posguerra, por ejemplo.

Dato, frente a odio

Sánchez expone que la clave del reto demográfico es la “inmigración”. Ya no solo por cuestión de humanidad, que “con eso debería bastar”, sino porque es necesaria para la prosperidad de la economía y la sostenibilidad del estado del Bienestar. “Hay que gestionarla bien entre todos. Odio y xenofobia, son las mayores destructoras de las naciones”, expone el jefe del Ejecutivo, quien acusa a PP y Vox de intentar “crear un monstruo donde sólo hay seres humanos buscando una oportunidad”. “Hablan de invasiones y ahora generan bloqueo y sensación de colapso artificialmente porque su prioridad no es resolver el problema de los migrantes, sino inocular miedo y desesperanza en nuestra sociedad y erosionar la acción de Gobierno”, remata.

Así, aúna una amalgama de datos que neutralizan el discurso ultra y "xenófobo" que el Partido Popular, continúa, intenta replicar de Vox. "Así se refutan los bulos y estereotipos de la derecha y la ultraderecha", expone un Sánchez que detalla que, en los últimos 10 años, el 94% de los migrantes que llegaban a España lo han hecho de "forma legal y reglada para estudiar, para encontrarse con sus familias o incorporarse al mercado laboral". Tan sólo un 6%, al contrario de lo que vocifera la extrema derecha, lo ha hecho de manera "irregular cruzando el mar o las vallas de Ceuta y Melilla". 

Del total, ha continuado el jefe del Ejecutivo, el 40% era latinoamericano; el 30% europeos y el 20% africanos. Estos datos reflejan una "migración diversa que no se parece en nada" a la que PP y Vox "quieren transmitir", De hecho, ambos cimenan su argumentario sobre la idea de que el inmigrante "viene a vaguear y a acaparar subsidios", pero lo cierto es que "presentan una tasa de actividad cuatro puntos superior a los nacionales". No sólo eso, sino que, además, aportan el 10% de los ingresos de la Seguridad Social y usan los servicios públicos y las prestaciones sociales un 40% menos que los nacidos en España. 

Sánchez ha desbaratado el relato de que los "inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo". De hecho, ha deslizado que el grueso de ellos "realizan profesiones invisibilizadas, con un alto grado de precariedad". Sin ellos, sectores fundamentales para la economía española como la agricultura, la construcción o la hostelería se hundirían, pues suponen entre el 25 y el 50% de sus trabajadores. Tampoco, como suelen argumentar sendas formaciones, los inmigrantes "ponen en peligro a nuestros seres queridos". De hecho, la mitad de las personas que trabajan cuidando a "nuestros hijos, padres y abuelos", son personas migrantes. 

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