El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entró al trapo a las críticas de la ex ministra francesa Ségolène Royal al tomate español. Desde Bruselas, defendió la calidad de este alimento después de que la ex política gala cuestionase la calidad de estos productos bio españoles. “Son incomestibles”, aseguró. Ante la polémica, el jefe del Ejecutivo tiró de ironía, pero con firmeza: “No ha tenido la fortuna de probar el tomate español. Le invito a que venga a España y pruebe cualquiera de las variedades del tomate español y que vea que es imbatible”. Esta guerra por el tomate se enmarca en las protestas de los agricultores en toda Europa, que fueron protagonista del Consejo Europeo de este jueves.

El Consejo Europeo se celebró este jueves en Bruselas en el marco del rosario de protestas de los agricultores en todo el continente, pero también con el foco puesto en las acciones contra los camioneros españoles en las carreteras francesas. En medio de este maremágnum reivindicativo, el tomate español se convirtió en protagonista inesperado de la reunión en la capital belga, máxime a raíz de unas controvertidas declaraciones de la que fuera ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Ségolène Royal.

La exministra gala cuestionó la calidad del tomate bio español, calificándolo incluso de “incomestible”. Declaraciones que se magnificaron aún más cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció ante los medios de comunicación desde Bruselas. En rueda de prensa, el jefe del Ejecutivo español fue interrogado por las duras críticas de Royal a los productos españoles y su respuesta no dejó a nadie indiferente.

Recordando a aquella intervención en defensa del “chuletón” en 2021, Sánchez respondió con firmeza a la exministra francesa, pero revestido con el habitual tono irónico que le caracteriza. “No ha tenido la fortuna de probar el tomate español. Le invito a que venga a España y pruebe cualquiera de las variades del tomate español y que vea que es imbatible”, replicó. Tras ello, se puso serio e hizo un llamamiento a condenar “cualquier tipo de acción violenta que nada tienen que ver con las legítimas demandas” de los agricultores, en alusión directa a las manifestaciones y acciones contra los camioneros españoles en Francia.

¿Ventaja competitiva?

Asimismo, Sánchez derribó la idea que desde otros estados tratan de extender sobre los productos españoles. Y es que les atribuyen una “ventaja competitiva” que, en realidad, “no existe”. Así se manifestó el presidente del Gobierno, quien aseguró que “son las mismas reglas para todos”. Eso sí, puso en valor la “calidad y competitividad” de los productos españoles, “basadas en la innovación”.

Lo cierto es que la normativa de producción ecológica es la misma para el conjunto de la Unión Europea, regulada por un reglamento comunitario y de aplicación directa en todos los Veintisiete. Por lo tanto, tanto los requisitos de producción  como el control son los mismos para todos los Estados Miembros. Así lo explican desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Justificación que, además, cuenta con el respaldo de la Agence Bio, organismo público de Francia que tutela el desarrollo y promoción de productos ecológicos. “Un producto con etiqueta bio es bio, venga de Francia, de España o de otros países europeos”, explicaron a EFE. Esto implica que no contiene ni químicos sintéticos, ni colorantes, ni modificadores del gusto ni organismos genéticamente modificados.

De hecho, se establecen inspecciones con el objetivo de verificar la normativa y emitir el certificado bio. Bruselas aplica como mínimo un control oficial a cada operador al año, siendo un 10% de estos sin aviso previo. Se analizan las entradas y salidas de fertilizantes, fitosanitarios, piensos, semillas, granos, animales, plantones y las salidas de los productos, según recalca el diario El País. También se estudia que el campo de cultivo esté libre de productos prohibidos, así como la toma de muestras para chequearlas en un laboratorio independiente.

Según datos del Ministerio de Agricultura, a finales del ejercicio 2022 se realizaron un total de 69.397 controles a los 61.065 operadores, detectándose 1.894 incumplimientos probados, de los cuales sólo 87 concluyeron con un expediente sancionador. La infracción más frecuente, además, se haya en documentación defectuosa, aunque también se recabaron 720 con restos de residuos de sustancias no autorizadas.

En cualquier caso, a pesar del ruido que han generado las declaraciones de Royal, el Gobierno francés se ha desmarcado por completo de la polémica este jueves. Según recoge Europa Press aludiendo a fuentes diplomáticas, precisan que, si bien respetan la libertad de expresión de la ministra, sus palabras no son “vinculantes” para el Ejecutivo galo y remarcan que se trata de una persona que no tiene responsabilidad política alguna y que, por tanto, no representa su opinión.