Todas las miradas estaban sobre ella, la que según Francisco Granados era “los ojos y los oídos” de Ignacio González. Tras la declaración ante el juez del exconsejero de Presidencia, Cristina Cifuentes se sacudió las acusaciones durante una entrevista en La Sexta noche. O al menos, eso pretendía. “¿A quién van a creer, al que tenía un millón en el altillo o a mí, que vivo alquilada y con 3.000 euros en la cuenta?", se justificó la presidenta de la Comunidad de Madrid. Un alegato que ha sido contraproducente: el foco sigue sobrevolando a la presidenta y ahora, tiene un nuevo frente. ¿Cómo es posible que, teniendo un sueldo notablemente superior al del presidente del Gobierno, tan solo tenga 3.000 euros en su cuenta corriente?

Según consta en el Portal de la Transparencia de la Comunidad de Madrid, Cifuentes cobra por su cargo como presidenta poco menos de 110.000 euros. Mariano Rajoy, cobra poco menos de 80.000 euros. Pero es que, Cifuentes, antes de ser presidenta, por su cargo de delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, percibía un salario también superior al del presidente del Ejecutivo. 

Cristina Cifuentes aseguró tener 3.000 euros en su cuenta corriente. Con el fin de cotejar el dato, El Plural ha consultado su última declaración de bienes y actividades, la de 2015. En aquel momento,  Cifuentes decía tener en su cuenta corriente 26.392 euros. En otras palabras, tenía 23.000 euros más de los que ahora asegura tener. ¿Miente o ha dilapidado su patrimonio? ¿Qué hace con el dinero? Es imposible saberlo, porque su declaración, como decimos, lleva tres años sin actualizarse y, la última vez que El Plural informó sobre sus cuentas, eliminó los documentos durante varios días.

A su sueldo, además, habría que añadirle gastos protocolarios como transporte o comidas. La presidenta regional cuenta con tres chóferes, cada uno con un salario de unos 37.000 euros brutos al año (tal y como informa Público). En suma, se ahorra gastos como transporte o dietas que el resto de los mortales sí que tiene que sufragarse de su propio bolsillo.

Además, cabe destacar que Cifuentes está casada, por lo que en su casa entran dos salarios, lo que supone otra vía de ingresos más, aunque en otro alarde de transpararencia, tampoco publica una declaración de bienes de su cónyuge. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, por ejemplo, sí que publica la declaración de su marido, Cifuentes no.

 

Cifuentes y la opacidad de la transparencia

La presidenta de la Comunidad de Madrid, desde que dio el paso a la primera línea de la política como jefa del Ejecutivo regional, se ha presentado ante la opinión pública como el azote de los corruptos y el adalid de la transparencia. Una carta de presentación que, al igual que sus declaraciones en La Sexta noche, no se sostienen.

En mayo de 2017 afirmó que “si tengo en estos estos momentos en mi cuenta corriente 900 euros pues ya es mucho". Entonces, El Plural consultó su declaración de rentas y bienes, pero no estaban. Habían desaparecido.

Poco después de que este periódico publicara que no se podían consultar, los documentos volvieron a colgarse en el portal de transparencia de la Comunidad de Madrid.   

Los ojos de González

En los últimos días han corrido ríos de tinta sobre Cifuentes. Granados cantó cucú y situó a la actual presidenta regional en la cúspide de la estructura de poder del PP madrileño durante la etapa Púnica. De hecho, aseguró que formaba parte del cinturón de hierro de Ignacio González hasta que su relación de tipo “sentimental” dinamitó este núcleo duro.

 Y es que, esto de no tener dinero en la cuenta corriente a pesar de cobrar un sueldo superior al de Rajoy y estar en el epicentro de tramas corruptas, debe ser cosa del cargo. Esperanza Aguirre también ha sido salpicada por su propia charca de ranas y, al igual que Cifuentes, decía no tener guita: “No tener pagas extras me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes; es que muchas veces no llego”.