Día D. Este jueves 20 de abril, Esperanza Aguirre estaba citada en calidad de testigo a las 10:00 horas en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares para explicar “el fraccionamiento de los contratos en la Comunidad de Madrid” ante el tribunal del macrojuicio Gürtel. Era la imagen más esperada del día, Aguirre entrando a la Audiencia Nacional y sentada en el banquillo para hablar de cómo elegía a sus ranas e insistir en su proclama: “Yo destapé la trama Gürtel”. Y la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha estado a la altura de las circunstancias.

Consciente del revuelo mediático, Esperanza Aguirre ha madrugado y, a pesar de que la sesión no comenzaba hasta las 10:00 horas, su entrada a los juzgados se ha producido en torno a las 09:00 horas, lo que ha sorprendido incluso a los periodistas que esperaban en la puerta.

La enorme “T” del pecho

Una vez pasado el control policial, Aguirre ha sacado pecho, literalmente. Se ha colgado del cuello una enorme “T” de testigo, con el objetivo de dejar claro que ella ha sido citada en calidad de testigo y no como imputada. Un matiz que poco ha importado a la masa de manifestantes que se apostaba a la entrada de los juzgados de San Fernando. Y es que, la expresidenta de la Comunidad ha recibido un caluroso recibimiento con cánticos que rezaban: “Chorizos vienen y van. Dónde va tanto chorizo a la Audiencia Nacional”. Unos cánticos que han acompañado a las ranas que se encontraban presentes, las cuales han salido de un vehículo con la cara de Esperanza Aguirre y el eslogan: “Yo destapé la rana Gürtel”.

Tampoco ha importado mucho la “T” de testigo a varios de los abogados de la acusación popular. En más de una ocasión, el presidente del tribunal ha tenido que recordar a los letrasdos que se dediquen a realizar preguntas, que no las repitan, ha instado a que no se insista en cuestiones ya respondidas y, de hecho, hasta la propia Aguirre se ha llevado un rapapolvo cuando el juez le ha pedido que responda “sobre lo que sabe” y no sobre “lo que se ha enterado después” por la prensa. Y no ha sido el único corte de alas a la expresidenta, ya que también le ha pedido que se ciña a responder a las preguntas y no a hacer apología de sus actos. Y es que, Aguirre ha llegado incluso a hablar de su libro -en varias ocasiones- ante uno de los abogados de la acusación popular, al que le ha reprendido que “eso está escrito en mi libro, pero si no se lo ha leído, se lo cuento”.

“Se cobró en exceso por los actos”

Una vez dentro, Esperanza Aguirre ha ratificado la declaración que entregó por escrito. Con respecto al cerebro de la trama, Francisco Correa, la expresidenta ha asegurado que "no conocía a Correa" ya que ella se dedicaba a "estudiarme las carpetas que me entregaba mi Gabinete" para pronunciar el discurso y responder a los periodistas. “Yo decidía a qué acto iba a ir y pedía toda la información a la Consejería. Era muy exigente con esa documentación y me lo estudiaba”, pero matiza que no tenía ningún tipo de responsabilidad logística y que no sabía “ni quién ponía la luz ni quién ponía las sillas”.

Lo que sí ha admitido es que “se cobró en exceso por los actos” y que precisamente “es lo que está siendo objeto de este tribunal, y no digo yo que no”. Eso sí, matiza que nunca recibió ningún reparo por parte de la oficina técnica de intervención, que era la encargada de dar el visto bueno a los actos. En este sentido. Esperanza Aguirre ha dicho que se enteró “mucho después” de que “el señor López Viejo (viceconsejero por aquel entonces) amenazaba con mi no presencia en un acto si no se le concedía a determinadas empresas”.

La reunión en el despacho de Rajoy

Aguirre ha insistido en su discurso de “yo destapé la trama Gürtel”, pero ha introducido un novedoso matiz, “sin saberlo”. La exlideresa ha hablado de una reunión que se produjo a finales de 2004 en el despacho de Mariano Rajoy y en la que estaba presente Álvaro Lapuerta, por entonces tesorero del PP. En dicho encuentro, se trató el asunto de las parcelas de Majadahonda y de Arganda del Rey. Aguirre expresó entonces su preocupación porque varios concejales no confiaban en el alcalde, lo que, según Aguirre, constituye la génesis del destape de la trama.

A su salida, Esperanza Aguirre ha comparecido ante los medios de comunicación y ha afirmado que está “encantada” de acudir a los juzgados a fin de esclarecer los hechos, aunque es un “día triste”, puesto que el este miércoles fue arrestado Ignacio González, otrora su hombre de confianza. “Estoy conmocionada”, ha dicho, y ha añadido que “si es culpable será un duro palo”, pero si no lo es, igualmente está conmocionada porque “la Justicia va muy lenta en España y estará pasando un calvario”. Tras hablar de Ignacio González, Aguirre se ha derrumbado, ha roto a llorar, ha salido de la Audiencia Nacional y, entre gritos e insultos de manifestantes, se ha subido al coche para concluir la jornada más gürteliana que ha vivido la expresidenta.