"En el periódico digital El Plural.es de fecha 5 de Noviembre de 2014, en un artículo firmado por Francisco Medina, y titulado “¿Qué papel jugó un diputado, amigo de Rajoy y compañero de Losantos, en la financiación de LD con la caja B del PP?”, se realizan afirmaciones y se deslizan insinuaciones sobre mi persona falsas einjuriosas.En consecuencia, las rectifico en los siguientes términos:
1.- Es totalmente incierto que haya jugado papel alguno en la supuesta financiación irregular de Libertad Digital, y lesiona mi honor cualquier suposición en sentido contrario.
2.- En la fecha en la que se afirma que se produjeron presuntamente los hechos, yo trabajaba como abogado en el despacho Garrigues sin ocupación política alguna. Afirmar, como se afirma, que “lo cierto es que Gómez de la Serna nunca llegó a “salir” de Génova 13 (y que) durante los años del zapaterismo, y el paso por el desierto del PP, mantuvo pié y medio en la sede nacional”, vuelve a ser completamente falso: difícilmente pude quedarme en Génova cuando ni siquiera había llegado a entrar, no en vano nunca he tenido cargo orgánico en el partido Popular, en el que, por cierto, ni siquiera militaba en aquella época.
3.- Es incierto afirmar que “directamente de Moncloa, fue de donde saltó Pedro Gomez de la Serna al puesto de directivo de Libertad Digital”. Mi incorporación al Consejo de Libertad Digital se produjo varios mese después de comenzar a trabajar en el citado bufete, y fue por invitación personal de quien era antiguo amigo mío de la infancia y vecino, Javier Moriyón, a la sazón secretario del Consejo de Administración de Libertad Digital. Fue él quien propuso mi nombre a Alberto Recarte, que aceptó mi candidatura. Ni Arenas ni Rajoy ni Acebes ni ningún otro cargo orgánico del PP solicitó mi incorporación a Libertad Digital.
Mi permanencia en Libertad Digital fue muy breve: asistí a un solo Consejo de Administración y manifesté una discrepancia de criterio sobre la línea editorial y las intervenciones en radio del Sr. Jimenez Losantos referidas a Jaime Mayor y a su equipo del Ministerio del Interior (del que yo había sido parte y en consecuencia consideraba alusiones personales). Tal discrepancia hizo que delegara mi voto en la siguiente reunión del Consejo de Administración, al que no asistí nunca más, y que poco tiempo después presentara mi dimisión mediante carta entregada en mano a D. Alberto Recarte. Marché con la misma independencia y libertad con la que entré. Esa es toda mi experiencia en Libertad Digital (donde no he asistido a ninguna tertulia, en contra de lo que se dice en el artículo, y donde, por cierto, no tendría inconveniente alguno en asistir).
5.- El artículo viene a construir una teoría en función de la cual mi presunta e íntima amistad con D. Mariano Rajoy me convertiría en la pieza oculta para llevar a cabo –siempre como mera hipótesis especulativa de trabajo periodístico- una operación delictiva: la presunta financiación ilegal de un medio de comunicación con cargo a la presunta caja B de un partido. A tal efecto, se fabula una especial relación de amistad con el Presidente que, lisa y llanamente –y lamentablemente para mí- no existe en los términos en que se narra: ni pertenezco a su entorno intimo (ya me gustaría), ni “fui su director general en Administraciones Públicas (lo fui con Javier Arenas), ni pertenezco al “núcleo duro de Génova”.
6.- Finalmente, el artículo concluye con el titular “el intermediario que niega haberlo sido”, lo cual podría suponer una afirmación sobre mi inexistente y falsa tarea de intermediación entre D. Mariano Rajoy y el Sr. Bárcenas. Se refiere a una información aparecida en un medio de comunicación que yo desmentí ejercitando el derecho de rectificación. Rectificación y desmentido que parecen no servir para nada desde el momento en que se afirma que he sido intermediario aunque niegue haberlo sido. Baste pues con repetir que es falso, sin perjuicio de reservarme expresamente el ejercicio de mis derechos ante los tribunales de justicia".
