Socialistas y populares han pactado un documento marco para una futura ley orgánica, que fijará en un 0,4 por ciento el déficit estructural global máximo del conjunto de las administraciones públicas, a partir de 2020.

¿Cómo se distribuirá el déficit?
El déficit estructural en que podrá incurrir el Estado no superará el 0,26 por ciento del producto interior bruto nacional, en tanto que el déficit estructural en que podrá incurrir cada comunidad autónoma no podrá superar el 0,14 por ciento de su producto interior bruto.

Rubalcaba impone su tesis
La coordinadora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, ha afirmado tras el acuerdo que "es una buena noticia para la economía española y para los ciudadanos”. Valenciano recordó que, tal y como propuso y defendió durante las negociaciones Alfredo Pérez Rubalcaba, finalmente no estarán en la Constitución las cifras concretas de límite de gasto, déficit y deuda.

Mantener los servicios públicos
Según aseguró la dirigente socialista, la ley orgánica que fijará el techo de déficit va a garantizar la cohesión social y la sostenibilidad de los servicios públicos, "tal y como hemos defendido los socialistas durante las negociaciones”, precisó Valenciano.

Fin del plazo
El acuerdo ha sido conseguido in extremis, ya que acababa el plazo teórico para que la medida pueda tramitarse en las Cortes Generales antes de que se disuelvan, el 27 de septiembre, tras la convocatoria electoral del 20-N. La reforma constitucional será aprobada por la Cámara Baja la próxima semana, en tres días, ya que será tomada en consideración el martes y verá la luz verde el viernes, antes de pasar al Senado.

Propuesta de Zapatero
Fue el presidente del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un pleno extraordinario del Congreso el pasado martes, quien abogó por fijar un techo de deuda y déficit públicos en la propia Constitución, en la línea de Alemania. El líder del PP, Mariano Rajoy, aceptó la oferta, que necesita ser aprobada por los tres quintos de los miembros de las Cortes Generales, lo que obliga a los dos principales partidos a votar juntos. Sin embargo, casi inmediatamente surgieron voces críticas en el seno del propio PSOE, tanto por las formas, al tratarse de una modificación "exprés" de la Constitución a pocos días del final de la legislatura, como por el fondo, al dudar de la conveniencia de fijar en la Carta Magna una disciplina presupuestaria rígida.

Intervención de Rubalcaba
Ante el desasosiego, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, decidió anoche tomar cartas en el asunto y asumir las riendas de la negociación, y ha ofrecido al PP no incluir ninguna cifra exacta de tope de déficit en la reforma constitucional y desarrollar ese aspecto en una ley orgánica.

Debate en las redes sociales
Durante la tarde de este jueves, numerosos dirigentes del PSOE han salido en tromba a través de las redes sociales a defender la propuesta de Rubalcaba, como la propia Elena Valenciano, quien ha escrito en su cuenta en Twitter que "no poner en la Constitución las cifras límite del déficit permite proteger a los más débiles y afrontar situaciones difíciles". Valenciano indica en otro "tuit" que "lo que el PP siempre ha querido, esta vez también", es el déficit cero, mientras que los socialistas quieren poder disponer de margen para afrontar momentos de dificultad.