El PSOE y Junts han reiniciado sus conversaciones y han "reconducido los desencuentros" que han enfrentado durante estas semanas para alcanzar un acuerdo para dar su voto afirmativo a la investidura del presidente en Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, según fuentes cercanas a las negociaciones.

"No hay acuerdo aún. Las cosas se complicaron mucho durante la semana y alejaron temporalmente al posibilidad de un acuerdo, pero el fin de semana ha servido para retomar los contactos y tratar de enderezar nuevamente las negociaciones", explican las mismas fuentes.

Cabe recordar que el viernes, los contactos entre el PSOE y Junts se enfriaron porque ambas formaciones mantenían discrepancias sobre el alcance de la amnistía y su redactado, empezando por la exposición de motivos que daban percha al texto. Por parte de los neoconvergentes, quedó claro que Carles Puigdemont no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer en cuestiones como que la amnistía debía incluir a los afectados por el caso 'Volhov', que investigaba el presunto desvío de fondos públicos para actividades vinculadas al proceso independentista, un punto que no se ve con buenos ojos desde el lado socialista.

Uno de los afectados en dicho expediente es el jefe de la oficina del expresidente catalán, Josep Lluís Alay, mano derecha de Puigdemont. Desde las filas de Junts se pretende que la amnistía incluyera también otros nombres como el de su abogado, Gonzalo Boye, o el de la expresidenta del Parlament y presidenta de Junts, Laura Borràs. Sobre el parón en el que se encuentran las negociaciones, fuentes del partido independentista expresan que ha servido "para poner sobre la mesa todavía más exigencias" y para "marcar diferencias respecto al texto pactado con Esquerra".

A su vez, los catalanes también exigen la implantación de un "mediador internacional" que aborde el asunto desde una perspectiva externa y neutral en las negociaciones, superando la figura del verificador acordado en una primera instancia.

En estos momentos, ambos partidos se ven envueltos en una negociación in extremis para suscribir un acuerdo antes de que terminen los plazos que llevarían a una repetición electoral, al no salir adelante la investidura de ninguno del los candidatos propuestos. Sin embargo, incluso habiendo acuerdo para investir a Sánchez, fuentes socialistas reconocen que "será una legislatura complicada".

El acuerdo con ERC: Rodalíes, deuda y amnistía

El PSOE Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) alcanzaron esta semana un acuerdo para ceder su voto a favor en la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Lo pactado, entre otros puntos, incluye el perdón de un 20% de la deuda pública catalana que asumirá el Gobierno nacional, el traspaso de las competencias de Rodalíes, o la ley de amnistía, que se encuentra todavía "ultimándose" con otras formaciones como Junts, en palabras del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, este jueves, y que se mantienen a estas alturas.

Por su parte, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, compareció tras el acuerdo en representación de la izquierda independentista, para anunciar el acuerdo y sus puntos clave. Junqueras también se mostró positivo tras la firma y expuso que "Cataluña gana". 

"Es una amnistía sin excepciones para aquellos que participaron de cualquier manera en el 9-N o en el 1-O. Todos los que participaron en protestas contra sentencias que eran evidentemente injustas”, arrancó ante los medios de comunicación. "Cataluña gana en el ámbito de la negociación política, con la continuidad de la mesa de diálogo para avanzar en nuestro camino y poner el futuro de Cataluña en manos de los ciudadanos. También lo hace en el ámbito económico y social, así como con el traspaso total de Rodalies y la garantía de ofrecer un servicio de calidad a todos", enumeró el dirigente de ERC.

“Esto es una demostración de que el Gobierno español reconoce el conflicto político entre el Estado español y buena parte de la sociedad catalana. La existencia de una mesa de diálogo lo reconoce. Esto es importante, pero lo es aún más que el gobierno español que este conflicto, de manera política, se ha de resolver en términos democráticos”, subrayó.