El PSOE ha desplegado una enorme lona esta mañana en Madrid tras el arranque de su campaña electoral a los próximos comicios generales el 23 de julio. En esta lona, el partido socialista recuerda a los viandantes de este transitado paseo una advertencia de cara a las próximas elecciones, especialmente, un dardo dirigido a los partidos de derecha y extrema derecha tras sus últimos pactos para gobernar en la mayoría de los municipios: PP y Vox.

En esta lona, la formación política avisa sobre el retroceso que podría suponer que la derecha gobernase en las instituciones alertando sobre el paso “atrás” que se daría en el avance de los derechos sociales con los rostros de los líderes de estos partidos políticos, con Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal.

El PSOE despliega una enorme lona con dardo al PP y Vox

 

En contraposición, en este enorme lienzo se pueden observar los rostros del candidato a la presidencia por el PSOE en los próximos comicios, Pedro Sánchez, junto a varios rostros. Entre ellos, se encuentra la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, o el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.

También acompañan al candidato, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, o la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La imagen del PSOE se contempla a pleno color, mientras que los rostros de los candidatos a la Presidencia del Gobierno del PP y Vox, se mantienen en blanco y negro recordando al tiempo estancado y a las fotografías más propias del pasado.

Así es el mensaje que quiere dejar claro el partido socialista. Y recordar a los viandantes de la Gran Vía sobre los posibles acechos en el retroceso de los derechos sociales que ya están sucediendo tras los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales de 28 de mayo.

Veto a la cultura y homofobia

Los últimos comicios dejaron unos resultados que favorecieron, especialmente, a los de Génova y a sus pactos con la formación ultraderechista Vox. Las alertas en la población ya saltaban tras la victoria de los ‘populares’, pero no se le puede llamar triunfo a un hecho que retrocede en términos democráticos.

Desde el primer momento, las banderas LGTBI que se mantenían en los edificios oficiales fueron retiradas por el nuevo Gobierno. Así lo hacían en Náquera y Oropesa (Comunidad Valenciana), Genil (Granada) o Torrijos (Toledo). No es algo puntual ni novedoso. Sus miembros ya dejaban claro sus posiciones más a favor de la homofobia que a la defensa de los derechos del colectivo.

Especialmente, cuando el líder de Vox, Santiago Abascal dejaba claras sus opiniones. “Yo creo que es preferible que un niño tenga un padre y una madre. Ahora me dices, hay un niño que no lo adoptan, no lo quiere nadie y lo van a adoptar los homosexuales, yo les aplaudo. Pero creo que es preferible pudiendo elegir que un niño esté conviviendo con un padre y una madre”, decía Abascal en una entrevista en El Hormiguero.

Pero el líder de la formación no es el único que lanza comentarios homófobos. El responsable de comunicación de Vox, Juan E. Pflüger, publicó en 2013 un tuit homófobo. “¿Por qué los gays celebran tanto el día de San Valentín, si lo suyo no es amor, es solo vicio?”.

Pero si los antecedentes ya fraguaban aguas, la actualidad no se desprende con el veto a la cultura por parte de las instituciones del PP y Vox tras censurar varias obras teatrales como ‘Orlando’ de Virginia Woolf o la película Buzzligthyear porque aparece un beso entre dos mujeres.

El negacionismo de la violencia machista

Para los del PP y Vox, negar la violencia machista también es algo común. En primer lugar, si tenemos en cuenta que el ‘número uno’ de Vox a la Generalitat Valenciana fue condenado en 2002 por “violencia psicológica habitual” contra su expareja, Carlos Flores Juberías. La Audiencia Provincial de valencia impuso al catedrático una pena de un año de prisión por un “delito de violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones” a la que provocó un “quebranto psicológico”.

El caso de Vox no es puntual. Estas últimas semanas, la propia candidata a la Junta de Extremadura, María Guardiola, aseguraba en varias entrevistas que no pactaría con un partido que niega la violencia machista. La sorpresa fue cuando la propia Guardiola dio un giro de 180 grados en su postura contra Vox y a finales de junio, se posicionaba a favor de éste.

Tan solo bastaron diez días más tarde para cerrar el pacto con los de Santiago Abascal. El gran ausente son los conceptos de violencia machista o de género que no se recogen en el documento de gobernabilidad entre PP y Vox. En su lugar, se ha introducido el término de “violencia intrafamiliar” limitando únicamente esta violencia dentro del vínculo de convivencia o afectivo en el hogar.

Esta última semana se registran los peores datos de violencia machista. Solo el sábado fueron asesinadas dos mujeres en Pamplona y en Burgos como víctimas mortales de esta violencia. En Madrid, también se registraba el fallecimiento de una víctima. En Cáceres, se registra una agresión machista, al igual que en Málaga y Valencia.