Pese a los avances que se han conseguido en las últimas décadas, lo cierto es que el colectivo LGTBI vive una situación complicada en la que las agresiones, la discriminación y los ataques son constantes. 33 años después de que se despatologizara la homosexualidad en la OMS, en España se calcula que alrededor de 280.000 personas han sufrido agresiones por su orientación o identidad sexual en algún momento de los últimos cinco años.

Así lo revela el informe Estado del Odio 2023 presentado este hace un mes por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTBI) y elaborado por la agencia de investigación 40dB a través de una macroencuesta.

Atentiendo a los macrotatos que aporta el CIS, se ha podido cuantificar que en nuestro país residen entre 3,3 millones y 3,8 millones de personas forman parte del colectivo LGBI. Según los resultados del estudio, extrapolando las respuestas de 800 personas, el 29% de ellas ha sufrido acoso durante el último lustro. El 27,5% ha sido discriminado, y el 8,6% ha sufrido agresiones y violencia física o sexual.

Los resultados revelan que, a pesar del elevado número de personas que afirman haber sufrido agresiones, la percepción general es que la discriminación ha disminuido en los últimos años. Sin embargo, creen que han aumentado la violencia y los discursos de odio en un 34%.

La violencia contra las personas LGTBI se dan en todas partes y ámbitos de la vida cotidiana. Un 78% de los encuestados ha sufrido acoso en la calle, un 53% del colectivo declara haberlo sufrido en el transporte público, un 44% en la cafetería, y un 43% en el trabajo. Sin embargo, lo sorprendente es que un 60% de la comunidad LGTBI asegura haber sufrido acoso en la escuela.

Según los resultados del informe, solo se denuncia el 20% de los delitos de odio que se calcula que se cometen en realidad, unos 56.000 casos. Una situación que entierra un gran número de agresiones teniendo en cuenta que el Ministerio, a lo largo de los últimos años solo cuenta entre 1.100 y 1.800 en los últimos años.

En el trabajo, en el armario

Según el II Informe Diversity at work. El colectivo LGTBQI+ en la empresa española en 2022, la discriminación y violencia verbal contra profesionales LGTBQI+ sigue siendo una constante: 4 de cada 10 han sufrido o asistido a episodios de agresiones verbales y un 32% ha presenciado situaciones de discriminación.

Lo cierto es que un entorno favorable para salir del armario ayuda. Salir del armario en el trabajo tiene consecuencias positivas tanto para profesionales, como para empresas. 8 de cada 10 profesionales creen que un espacio laboral diverso favorece la productividad y 9 de cada 10 que mejora la innovación y el desarrollo de nuevas ideas.

Por su parte, el 44% de las personas LGTBQI+ considera que su propia productividad mejora tras hacer pública su orientación sexual o identidad de género en su entorno de trabajo; ligeramente por encima de la media europea (42%).

Aumento de las agresiones homófobas

Los delitos de odio han aumentando exponencialmente en el último año. En concreto, 2022 ha sido el año más violento de la última década para el colectivo, registrando un 70% de agresiones más respecto a años anteriores.

Más del 50% de las personas LGTBI ha sufrido acoso o discriminación y en torno a un 9% algún tipo de agresión. Desde 2017 hasta 2023, entre 950.000 y 1.100.000 personas, el 29% del colectivo en España, ha sufrido acoso. Casi un millón ha sufrido discriminación y al menos entre 283.000 y 325.000 han sido víctimas de una agresión. En algunos casos, la agresión ha ido aún más allá, como fue el caso del asesinato de Samuel, al grito de "maricón" tras recibir una paliza en 2021.

La infradenuncia

El primer fiscal de sala contra los delitos de odio y discriminación, Miguel Ángel Aguilar, contaba hace un mes los problemas que existen. De hecho, denunciaba en la Cadena Ser que "el 80% de los hechos no se denuncian". En su opinión, hay "varias causas" que explican el aumento de esas denuncias por LGTBIfobia. "En los últimos años se han hecho campañas de sensibilización para que las personas LGTBI denuncien. Por tanto, esas denuncias van aflorando", explica. Sin embargo, considera que "a veces, las personas LGTBI ejercen su libertad con visibilidad y esto les hace más identificables y puede dar lugar a un incremento de hechos".

Según Aguilar, "son una pluralidad de causas". "Necesitamos más estudios sociológicos para ver realmente cuál es la dimensión real de todos esos hechos que no se denuncian y hacer campañas para promoverlo".