Desde que diera comienzo la pandemia del coronavirus las derechas han denunciado la "mala gestión" del Gobierno de Pedro Sánchez en todas y cada una de las sesiones de control. Este miércoles, nuevamente, tanto Partido Popular como Vox tratarán de poner al Ejecutivo contra las cuerdas, pero en esta ocasión, recurriendo a una arista bien distinta: el polémico acuerdo con EH Bildu sobre la derogación de la reforma laboral.

De las seis preguntas que corresponden al Grupo Parlamentario Popular, cuatro de ellos pilotarán en torno al pacto suscrito entre los socialistas y los independentistas vascos. El presidente del PP, Pablo Casado, preguntará a Pedro Sánchez si “va a derogar de forma íntegra la reforma laboral aprobada en 2012”; y Cayetana Álvarez de Toledo mantendrá un duelo retórico con la vicepresidenta, Carmen Calvo, sobre la “coordinación del Gobierno”, haciendo referencia a las distintas posiciones adoptadas por ministros sobre la reforma laboral.

Los diputados Mario Garcés, Carolina España y Eloy Suárez harán lo propio utilizando distintos términos y a diferentes ministros. Todos menos el secretario general, Teodoro García Egea, quien preguntará a Pablo Iglesias por la gestión de la crisis del coronavirus.

Pero el PP no será el único. La portavoz adjunta y secretaria general del Grupo Parlamentario Vox, Macarena Olona, preguntará a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, si “apoya  el Gobierno la derogación íntegra, en las actuales circunstancias, de la reforma laboral aprobada en 2012”.

Edmundo Bal, de Ciudadanos, se apuntará al aluvión también con una pregunta a Díaz

La versión del Gobierno

La portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reconoció durante una rueda de prensa en Moncloa el pasado viernes que hay “distintas sensibilidades” en el Consejo de Ministros y que ha podido haber “ruido” que ha provocado una falta de comunicación con respecto al acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu para derogar la reforma laboral.

La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se enfrentó a Pablo Iglesias advirtiendo públicamente que “es absurdo y contraproducente” abrir el debate de derogar la reforma laboral en el marco de la crisis económica y social provocada por la emergencia sanitaria del coronavirus,

Montero trató de zanjar el asunto durante la rueda de prensa posterior al Consejo de MInistros de este viernes. La portavoz admitió que en el seno del Ejecutivo “puede haber distintas sensibilidades”, pero “vamos todos a una”. En este sentido, expuso que la idea del Gobierno es elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores que se desarrollará en el marco del diálogo entre agentes sociales y en la comisión de reconstrucción del Congreso de los Diputados.

La portavoz llegó a reprochar al PP haber generado "ruido" para afectar a la comunicación de los ministros.

¿Qué se firmó exactamente?

El pasado miércoles, al concluir la sesión plenaria en la que el Congreso prorrogó por quinta vez el estado de alarma, trascendió un acuerdo suscrito por el PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu en el que los vascos se comprometían a no obstaculizar la ampliación a cambio de derogar la reforma laboral, entre otras cosas.

A última hora de la noche, los socialistas emitieron un comunicado en el cual rectificaba el acuerdo, precisando que tan solo se modificarían de urgencia tres puntos concretos. La polémica no tardó en aflorar: Bildu insiste en que el acuerdo sigue vigente y el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, advirtió que lo firmado hay que cumplirlo.

El matiz impuesto por el PSOE era que tan solo se tocarían tres aspectos concretos de la reforma laboral con carácter urgente: la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad, las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo y la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales.

Según el documento al que ha tenido acceso ElPlural.com, el punto número uno del acuerdo entre socialistas, morados e independentistas vascos reza lo siguiente: “Las fuerzas políticas que suscriben este acuerdo se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el Partido Popular. La derogación deberá ser efectiva antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral derivadas de la crisis originada por el Covid-19”.

Al pie del documento figuran como firmantes los portavoces parlamentarios Adriana Lastra, Aizpurúa y Pablo Echenique.

En otras palabras, el Ejecutivo de Pedro Sánchez sí que se comprometió a derogar la reforma laboral de manera “íntegra” y con presteza, no únicamente tres aspectos. El plazo que tiene finalizará cuando concluyan las medidas extraordinarias implementadas para paliar los efectos de la pandemia.

Pablo Iglesias se mostró molesto con la actitud del PSOE: "Voy a ser cristalino: pacta sunt servanda (lo firmado obliga)", espetó en una entrevista en Catalunya Radio.

En este sentido, Iglesias apuntó que lo importante es “el acuerdo que se firma”. “Después cada partido podrá decir lo que quiera”, pero lo firmado se debe cumplir y lo que se firmó es lo mismo que en el pacto de investidura con los morados: la derogación íntegra de la reforma laboral.