Quedan pocas horas para dar inicio de forma oficial a la campaña electoral y cualquier movimiento político cuenta. La retórica empieza a tener cada vez más peso a escasas horas del pistoletazo de salida y eso lo saben bien en el Partido Popular, que va a utilizar el encallamiento de enclaves todavía en vilo, como Murcia o Aragón, para poner contra las cuerdas a Vox así como para intentar desligarse de los de Santiago Abascal ante las elecciones generales del próximo 23 de julio. Las últimas encuestas han castigado los acercamientos de Alberto Núñez Feijóo con la ultraderecha, por lo que los populares pretenden echarles un pulso de cara a la carrera hacia la Moncloa. A juicio de los populares, ellos tienen todas las de ganar en esta guerra abierta en la bancada de la derecha.

Así, Génova reta a los ultras a dinamitar las conversaciones en aquellos lugares que parecen destinados a repetir elecciones, especialmente la región liderada por Fernando López Miras, bajo el argumento de que cualquier escenario les beneficia: o les roban votos en una segunda vuelta o le quitan argumentos a Pedro Sánchez. Pase lo que pase en Murcia es un "win win" para el PP, aseguran voces cercanas a la cúpula, que avisan a los de Abascal a "que aprendan de Albert Rivera". Esta coyuntura derivada de las municipales del pasado 28 de mayo no se puede desligar de las nacionales, y es que los populares dicen manejar unas cifras en las que los de extrema derecha estarían por debajo de todos los sondeos. "Quien tiene un problema es Vox", aseguran antes de cuestionar su "utilidad".

Génova reta a Vox

Ni el partido Popular ni Vox están por la labor a ceder un milímetro más en las negociaciones para cerrar los gobiernos de los municipios que todavía se encuentran en el aire. Tras el paso atrás de Abascal en Baleares y el viraje de María Guardiola en Extremadura los focos están sobre otras regiones, como Murcia o Aragón. En el primer caso los populares se han quedado a dos escaños de la mayoría absoluta mientras en el segundo a seis, por lo que los ultras están negociando con las uñas para ocupar este espacio. Eso sí, con la exigencia de entrar en los respectivos ejecutivos de forma equitativa a pesar de no tener la misma representatividad. Alberto Núñez Feijóo no está dispuesto a regalar más munición a la izquierda a solo unas horas de la campaña electoral para los comicios generales.

Las últimas encuestan apuntan a una recuperación del PSOE frente al pinchazo del PP, muy tocado por las relaciones consumadas en numerosas localidades con Vox -en algunas incluso sin necesitarles-. Sin embargo, los populares niegan estar sufriendo un retroceso a cuenta de los pactos con la ultraderecha y aseguran que sus sondeos internos les coloca por debajo de los 25 asientos. Los datos que se manejan hasta el momento da un baile de victorias que depende del llamado último escaño, que actualmente les coloca en un 3 a 1 o 2 a 2 en una veintena de provincias, por lo que sería muy complicada la mayoría absoluta en solitario. Sí podría darse junto a Vox, algo que está intentando evitar a toda costa Feijóo con sus llamadas a la urna para tener "mayoría suficiente" para no depender de los ultras. Con todo, no ha rechazado la opción de sumar con estos.

"Murcia es un win-win para Feijóo"

Así, con las cifras electorales y los pactos no consumados, Génova reta a los ultras a seguir forzando la cuerda hasta incluso llegar a la repetición electoral en Murcia o Aragón ya que consideran que cualquier escenario les beneficia. "Es un win-win para nosotros", aseguran fuentes del PP nacional en referencia a los escenarios posibles que se abren. Según su versión, tanto si Vox cede como si no ellos saldrán ganando si se mantienen firmes en su negativa a incluirles en el gobierno: si repiten en las urnas los populares roban votos a los ultras y alcanzan la mayoría absoluta y beneficia a Feijóo de cara a las nacionales; si finalmente ceden "Sánchez pierde argumentos de campaña". Su objetivo es utilizar lo que ocurra en la región murciana para sacar pecho frente al PSOE, especialmente en el cara a cara del próximo lunes 10 de julio.

"Feijóo podrá defender que cumple su palabra y no pactará con Vox si logra una mayoría amplia", afirman estas fuentes al respecto y avisan a Abascal. "Cada votación de Vox con el PSOE tendremos campaña electoral" así como que "deben aprender de Albert Rivera". "Si quieren urnas tendrán urnas", aseguran. Según explican, esta coyuntura también les servirá para poner encima de la mesa de los votantes de derechas la utilidad de ambas formaciones en este espectro político. "Si a dos escaños de la absoluta quieren entrar en el gobierno es esclarecedor para las nacionales", sostienen para después cuestionar "qué aportan si solo quieren asientos". "¿Somos más útiles que ellos? ¿Somos lo mismo?", preguntan tomando como ejemplo a Murcia. "Quien tiene un problema es Vox", insisten en una declaración idéntica y cruzada con los ultraderechistas.

El PP ve dos corrientes en Vox

Los populares critican que los ultras "quieren entrar en todos los gobiernos" a pesar de no haber logrado el mismo peso en las urnas que ellos hasta el punto de plantear solo dos escenarios: o entrar o elecciones. Sin embargo, los de Feijóo aseguran haber detectado de que en la formación de Abascal existen dos corrientes "diferentes" a la hora de decidir sobre los acuerdos. A su juicio existe una parte "muy dura" que representaría el equipo negociador, encabezado por Jorge Buxadé y Kiko Méndez Monasterio y que "quiere que el mundo arda" y "busca el reemplazo y debilitar" al PP; y por otro lado el ala de Abascal que es "más baja" y al que definen como más "pragmático". Consideran que este tiene una "cultura orgánica" de la política y es más consciente de las dinámicas de partido. "Sabe lo que se puede o no hacer", afirman.

Aun con el triunfalismo que muestran en privado la cúpula popular, en público Feijóo ha ejecutado una huida hacia delante y ha amenazado al líder socialista con llamar a "cada uno de los barones" de la formación para intentar convencerle de que le dejen gobernar en el caso de que gane las elecciones generales sin mayoría absoluta para hacerlo en solitario. Así lo ha dicho este martes en la presentación de su programa electoral, con el cese de Tezanos como prioridad, la eliminación de la excepción ibérica o medidas contra el Falcon. La reunión entre López Miras y Vox de este martes en Murcia ha dejado "buenas vibraciones" pero no un acuerdo, mientras el PP quiere extender esta situación hasta el próximo lunes, el debate entre Sánchez y Feijóo en Atresmedia. Abascal ya ha dicho que no va a "regalar" votos al PP aunque dependa solo de dos puestos.