En plena carrera por el gobierno de la Comunidad de Madrid, el ya expresidente Ángel Garrido se ha marchado a Ciudadanos conociendo todos los entresijos de la estrategia electoral del PP. Tras 30 años en el partido, muchos de ellos ostentando cargos de gran relevancia, la formación naranja se pavonea de haber dado "el mejor golpe al PP" fichando a un hombre que "conoce mejor que nadie los puntos débiles" de los populares.

Los vaivenes de Pablo Casado sobre Vox le han explotado en la cara tras los resultados de las generales, provocando una avalancha de críticas públicas - más duras aún en privado- dentro del partido.

Pasar, de la noche a la mañana, de ofrecer ministerios a los de Abascal a considerarlos "extrema derecha" tiene un coste que Garrido se ha apresurado de explotar. "El mayor caso de transfuguismo que ha habido ha sido el del propio Pablo Casado (...) que convirtió el partido en el Vox azul (...) y lo ha destruido", afirmaba con dureza después de que su ex líder le ignorara durante los actos de celebración del 2 de mayo.

Garrido no parece ser el único que castiga la falta de coherencia de la actual Ejecutiva popular a juzgar por las nefastas encuestas con las que el PP se está encontrando, como la publicada ayer por Invymark que calcula en un 9,9% los votantes del Partido Popular en las generales que ahora huirían hacia Vox y Ciudadanos a partes iguales.

Pero aún peor que las encuestas son las malas expectativas que se respiran en las distintas plantas de Génova 13. Incapaces de generar buenas noticias que motiven a sus posibles votantes de cara a las municipales y autonómicas, los populares se encuentran muy desmoralizados a la espera de nuevos golpes como la necesidad de vender su sede o la posibilidad de que una gestora tome las riendas si Pablo Casado dimite tras los previsibles malos resultados que cosechará el día 26.

A falta de candidatos carismáticos que puedan competir contra Carmena, Errejón, Pepu Hernández o Gabilongo, el pánico ya se ha instaurado entre alcaldes y alcaldesas del PP en Madrid que, en declaraciones a ElPlural.com, afirman "tener miedo" ante "el golpe que se van a dar" y su previsible hundimiento. Unos temores nada infundados si tomamos dos datos como referencia: En las últimas municipales de 2015, el PP obtuvo 921 concejales en la Comunidad de Madrid, sacando 400 ediles de ventaja al PSOE. El vuelco en uno de sus principales feudos puede ser histórico si repiten el tercer puesto que obtuvieron en la región durante las pasadas generales, dejándose 300.000 votos -alrededor del 10% de votantes- de unas elecciones a otras, lo que podría costarles una pérdida masiva de alcaldías.