La Operación Kitchen sobrevuela Génova cual gaviota y Pablo Casado no abre la boca por miedo a ser alcanzado con algún proyectil que pueda atentar contra su buena situación de cara a un proceso electoral. Si ayer contábamos que el Partido Popular cerraba filas en torno a su líder, su visita a Ceuta así lo ha demostrado. La posición de favorito en las encuestas le ha llovido del cielo tras el éxito de Ayuso y nada puede perturbarla. Sin embargo, al liderar una organización política como el PP, la sombra de la corrupción siempre está al acecho.

Ante las preguntas de los medios de comunicación sobre su relación con María de Cospedal y cómo la ex secretaria general del partido se convirtió en una figura clave en su alzamiento como nuevo presidente del PP, Casado ha seguido optando por evitar pronunciarse. Eso sí, este jueves se ha buscado una guardia pretoriana en forma de simpatizantes, los cuales han abucheado las cuestiones más peliagudas señaladas por los periodistas. Con ciertos aires que han recordado a Vox, Casado ha apoyado a sus acólitos en sus ataques a la prensa:  "Estoy bastante de acuerdo con estos caballeros", ha señalado.

A pesar del papel desempeñado en Génova por Cospedal, Casado ha confesado que no le "corresponde" valorar la imputación de su "jefa y amiga" en la trama Kitchenpresunta operación organizada desde el Estado para espiar al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y sustraerle las pruebas del caso Gürtel.

En aras de evitar comentar un suceso tan grave, el PP ha adoptado la estrategia del y tú más. ¿Cómo podemos evitar hablar de Cospedal? Hablando de indultos. La presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, Andrea Levy, ha utilizado el término "cortina de humo" y ha indicado que "lo importante es el recibo de la luz, por qué está subiendo y a qué hora tienen que planchar los españoles y los indultos de los independentistas".

Una estrategia comunicativa similar ha seguido el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida. El también alcalde de Madrid ha revelado que Pedro Sánchez quiere "desviar la atención de los indultos a los presos del 'procés'" con la imputación de la exsecretaria general del PP, Dolores de Cospedal.

El PP rechaza expedientar a Cospedal

En un ejercicio de ceguera voluntaria, el propio Partido Popular ha obviado sus estatutos y ha decidido no expedientar a María Dolores de Cospedal. Según el PP, el presunto comportamiento corrupto tuvo lugar como número dos del partido y no durante su desempeño de "cargo público" como ministra de Defensa. Un subterfugio legal que el partido rechazó buscar cuando Jorge Fernandez Díaz fue imputado en la trama Kitchen.

Andrea Levy también ha tratado de explicar este jueves la decisión en una clara demostración de malabarismo comunicativo: "Si es cargo público, en ese caso aplica el reglamento. Pero es que de lo que estamos hablando de María Dolores de Cospedal no era un cargo público. Por tanto, no aplica el reglamento", ha señalado. A continuación, ha explicado que Fernández Díaz "ocupaba responsabilidades públicas". Sin embargo, el exministro quedó fuera de las listas en las últimas generales y no ocupaba un cargo público en septiembre del año pasado.