El Partido Popular vuelve a obviar sus propios estatutos y ha rechazado abrir expediente a su ex secretaria general María Dolores de Cospedal después de que la Audiencia Nacional le haya imputado por cohecho, malversación y tráfico de influencias en el marco de la Operación Kitchen, la trama de espionaje parapolicial a Luis Bárcenas. Desde Génova se amparan en que la supuesta corrupción de Cospedal habría ocurrido como número dos del PP y no en ejercicio de su “cargo público” de ministra de Defensa; un retorcimiento de sus propias normas internas que no tuvo lugar cuando se abrió expediente informativo al exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, al ser también imputado en la trama Kitchen.

Este miércoles, se producía la previsible imputación de María Dolores de Cospedal -y de su marido, Ignacio López del Hierro- en la trama Kitchen, la presunta operación organizada desde el Estado para espiar al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y sustraerle las pruebas del caso Gürtel. El torpedo judicial de citar a declarar a la que fuera la mismísima número dos del PP y de Mariano Rajoy durante una década por delitos como cohecho, malversación y tráfico de influencias era ignorado en la todavía sede del partido, el número 13 de la calle Génova.

Y es que, aunque el PP ya anunció que se mudaría de sede para alejarse de la imagen de la corrupción que le ha perseguido durante años, la imputación de Cospedal tiene resonancias en el partido actual, sea cual sea su sede. Porque cabe recordar que Pablo Casado no ganó las primarias para ser presidente del PP, sino que ese honor recayó en la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Casado consiguió la victoria a posteriori, en el Congreso, cuando Cospedal se retiró de la pugna y le dio su apoyo -y sus avales- al actual líder del PP.

Y ahora, el PP de Casado, con Andrea Levy al frente del Comité de Derechos y Garantías, se niega a abrir el correspondiente expediente informativo que los propios estatutos marcan para casos como el de Cospedal. En concreto, el artículo 22, que señala que cuando “se tenga conocimiento que ha sido llamado a declarar como investigado en una instrucción judicial” se le abrirá un “expediente informativo”. Que se transformará en “expediente disciplinario” si se le abre juicio oral.

Sin embargo, los abogados del PP se agarran al preámbulo de ese artículo que dice que los supuestos de la imputación para activar este mecanismo “será en los casos en los que un afiliado incurra en cualquier forma de corrupción en el ejercicio de un cargo público, o realice conductas que por su naturaleza o por las circunstancias en las que se haya cometido se considere incompatible con las obligaciones y deberes éticos que establecen estos Estatutos”.

Según señalan desde Génova a El Mundo, la imputación de Cospedal se refiere a que conoció el espionaje de Kitchen a través de Villarejo en calidad de secretaria general del PP y no por el cargo de ministra de Defensa. Sin embargo, la segunda parte de ese párrafo hace referencia a los “deberes éticos” como miembros del PP.

Menos miramientos tuvo el PP y el Comité que presidente Andrea Levy para abrir expediente a Jorge Fernández Díaz cuando también fue imputado en el caso Kitchen. De hecho, entonecs la propia dirección anunció la decisión contra el exministro del Interior "siguiendo lo que establecen" los Estatutos. Pero Cospedal no es Fernández Díaz y la actual dirección del PP debe parte de su elección a la antigua secretaria general del PP. Porque Cospedal fue quien se retiró de la carrera por presidir el partido conservador y dio a Pablo Casado el apoyo fundamental para superar a Soraya Sáenz de Santamaría, a quien los afiliados habían puesto en primer lugar para ganar el Congreso de 2018.