Este lunes ha trascendido un nuevo nombre para ponerse al frente de RTVE hasta que salga a concurso público. Se trata del histórico Tomás Fernando Flores, director de Radio 3. Su nombre suena tras una terna que ha generado una cantidad inefable de polvareda mediática por la polémica provocada por el modus operandi que PSOE y Podemos habrían mantenido en las negociaciones. Tan espinoso es el asunto que los morados prefieren mantener en secreto los detalles de los contactos y evitar que la información trascienda para no seguir contribuyendo a la polémica.

La directora de Público, Ana Pardo Vera, encendió la mecha de la controversia relatando cómo le propusieron como candidata a liderar RTVE. Según relata, los socialistas habrían dejado el nombramiento en manos de Podemos, pero a Iván Redondo, asesor de Pedro Sánchez, no le gustaba. Empezaron, entonces, a filtrarse otros nombres como el de Andrés Gil, redactor jefe de Política de eldiario.es. A partir de ahí, una guerra de filtraciones sobre el cómo PSOE y Podemos están gestionando el nombramiento. Y críticas. Muchas críticas.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha querido mantener las conversaciones en secreto. Desde los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid, celebrados en El Escorial, Iglesias se ha limitado a asegurar que la negociación para la renovación de RTVE ha estado siempre marcada por el “consenso” y que “más allá de los nombres” lo fundamental es que la radio televisión pública "deje de ser un aparato de propaganda" del partido gobernante.

En la misma tónica se movió este domingo el secretario de Organización, Pablo Echenique, quien insistió en que no se trata "tanto del nombre de las personas, sino de que se pase página cuanto antes a la época oscura del PP". A su juicio, es necesario "pasar una página en la que un señor que estaba en los papeles de Bárcenas era el presidente de la televisión de todos, hasta tal nivel de periodistas que eran forzadas a leer el argumentario del PP y hacer pasar eso por información". Pero Echenique fue un pasito más lejos que Iglesias subrayando que "esos detalles [de la negociación] hay que dejarlos a la gente que está trabajando" y ha señalado que "no es sano ni sienta bien que vayan saliendo nombres de diferentes periodistas en el transcurso de estas conversaciones; no le hace bien al acuerdo ni a los periodistas que salen sus nombres, que deben estar nerviosos y nerviosas".

Y es que, las negociaciones han suscitado todo tipo de críticas por las filtraciones y los nombres que salían a la palestra. La sucesión de RTVE se ha tornado punzante, y desde Podemos, prefieren mantener en secreto los términos de los contactos para evitar contribuir a la polémica.