"El Ministerio de Igualdad ha hecho todo lo posible para no romper la mayoría feminista". Así defiende Unidas Podemos en público el papel de Irene Montero y de la cartera que lidera en la guerra abierta con el PSOE a cuenta de la reforma de la ley del solo sí es sí, cuya toma en consideración va a votar este martes el Congreso de los diputados previsiblemente sin un acuerdo común entre los partidos que conforman la coalición. La formación morada considera más que probado su buen hacer como socio minoritario así como el de su cara visible, por lo que no solo rechaza su dimisión, como han insistido en exigir desde la bancada de la derecha, sino que incrementan la apuesta desviando el foco hacia el lado socialista del Ejecutivo. En privado apuntan a otras carteras que han participado en el nuevo texto, como Justicia.

Podemos acredita a Montero

En medio del sonado debate por la ley del solo sí es sí y la brecha entre Unidas Podemos y el PSOE han surgido voces que señalan directamente con el dedo acusador a la ministra de Igualdad, Irene Montero, como responsable máxima de la norma de la libertad sexual y sobre la que han pedido su dimisión. Una postura liderada especialmente por la derecha y la ultraderecha de PP y Vox pero que, hasta el momento, no ha sido compartida por parte de los socialistas, al menos públicamente. Ante esto, la formación morada ha salido al paso de las críticas y ha negado tanto que consideren necesario el cese de la titular como que se vaya a romper la coalición a cuenta de esta guerra abierta.

A juicio de los morados, el ministerio "ha demostrado" a lo largo de los últimos meses con su trabajo, concretamente en lo que tiene que ver con esta ley, que "recoge el sentir del movimiento feminista" y que se ha desvivido por "evitar" la imagen que se puede dar este martes en la Cámara Baja después de que salga adelante el proyecto socialista con el apoyo de la derecha. "Igualdad ha hecho todo lo posible para no romper la mayoría feminista. Nosotros queremos evitar una fotografía en la que se pongan de pie PSOE, PP y Vox por aprobar una contra reforma", ha comenzado esgrimiendo en la rueda de prensa previa a la junta de portavoces el diputado Javier Sánchez, quien ha sustituido a Pablo Echenique por encontrarse con gripe.

Así, y ante las voces que cuestionan el sentir interno del partido dentro de la coalición, los morados niegan un divorcio y enfilan fuera de sus siglas. "Se plantea estos días si Podemos puede estar a gusto en un Gobierno así. Creemos que tenemos que seguir defendiendo los derechos feministas en la coalición y que la parte del Gobierno que defiende la libertad sexual de las mujeres y que cumple con el convenio de Estambul no es la que debe dimitir", ha afirmado el también coordinador de Podemos en la región de Murcia. "Podemos está con el feminismo y con el 8M", ha añadido para apuntalar su postura, que dice pasa por "reconstruir esa mayoría" progresista y feminista y "seguir avanzando" para lograr un acuerdo, aunque sea de última hora. 

Los morados miran al socio socialista

A la luz de estas manifestaciones públicas, en las que han confirmado también que de sacar la reforma junto a PP y Vox "el grupo confederal en su totalidad votará en contra", la organización liderada por Ione Belarra no solo defiende a Montero al frente de la cartera de Igualdad, avalando su figura en el ministerio, sino que apunta la necesidad de dirimir responsabilidades políticas en el socio mayoritario. Una coyuntura que sentencian también en la escena privada y en los pasillos del Congreso, que se ha convertido en un hervidero de preguntas a escasas horas de que se produzca la votación, que algunas fuerzas del bloque progresista han tildado de "vergonzosa". 

Fuentes de Unidas Podemos consideran que, con su inmovilismo, la ministra se sitúa con más ahinco como la defensora del acuerdo que salió del Consejo de ministros ya hace meses, en referencia a la norma primigenia que hizo posible el reglamento del solo sí es sí y que, como recuerdan, contó con el apoyo de todo el Ejecutivo de coalición. Al mismo tiempo, critican que desde el socio mayoritario, especialmente desde el ministerio de Justicia que dirige Pilar Llop, reconocen que el nuevo texto "no va a servir" para parar las rebajas de las penas, la principal consecuencia de la norma y que ha dinamitado la reforma, por lo que no es Montero la que debe dimitir, sino otras personas al frente de la administración central. 

La coalición no está en peligro

Los recelos entre ambas formaciones son notorios tanto de forma pública como privada. Sin embargo, ni unos ni otros han dado muestra de una eventual ruptura en las relaciones como consecuencia de la tensión derivada de esta brecha. De hecho, ambos partidos aseguran que hay coalición para rato. "Hay diferencias pero no se va a romper", ha sostenido este mismo martes el portavoz socialista, Patxi López, recogiendo de esta manera el parecer de su socio minoritario de Gobierno, que niegan también que esto vaya a suponer unas desavenencias mayores que se salden con una separación.